El cuerpo de Blanca Fernández Ochoa permanece en el Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia. Fue encontrado a primera hora de la tarde por un guardia civil fuera de servicio que rastreaba la zona junto a su perra Xena. Terminaban así, con el peor desenlace posible, doce días de desaparición, cuatro de búsqueda sin descanso.
El cuerpo de Blanca fue hallado sobre las 12.30 horas de ayer por un Guardia Civil que en su día libre siguió trabajando en las labores de búsqueda de la medallista con su perra Xena, experta en detectar drogras pero que ayer supo dar un rastro de la campeona olímpica y llegar a esta ella. Junto al agente y a la perra había un voluntario. Ayer ninguno de los dos quisieron robar un minuto a la familia. “ No queremos hacer ningún tipo de declaración”, dijo el agente.
El cuerpo sin vida de Blanca se encuentra en el Instituto Anatómico forense para practicarle la autopsia. “Es un procedimiento que está judicializado. No podemos decir nada más de momento por la privacidad y la intimidad de la familia”, explicó la delegada del Gobierno.
Los restos mortales los trasladaron desde La Peñota en helicóptero hasta el campo de fútbol de Cercedilla, custodiados por cuatro agentes de los Geo.
La Peñota es un pico de casi 2000 metros y a unos 5 kilómetros del lugar donde apareció su coche. Andando hay un recorrido de unas dos horas.
Su familia, especialmente su hermana Lola, hasta el último momento no perdió la esperanza y recibía por parte de la Guardia Civil la peor de las noticias.
El triste hallazgo ha sido en el cuarto día de búsqueda, cuando ya los submarinistas se estaban sumergiendo en los embalses más cercanos.
El despliegue policial no ha tenido precedentes, con tres helicópteros y siete drones para llegar a los puntos más altos. Mientras 400 agentes y decenas de voluntarios recorrían palmo a palmo la sierra madrileña. La búsqueda de Blanca ha sido uno de los operativos de rescate más grandes jamás realizados hasta ahora en nuestro país.