Van a conocer a una familia muy particular y ejemplar: José Andreu, su mujer María Luisa y sus dos hijas, Blanca y Mª José. Los cuatro son voluntarios en Valencia y todos se han contagiado de coronavirus. Por fortuna, también están todos ya recuperados para volver a esa labor tan necesaria especialmente estos días.
Las dos hijas de José y María Luisa han querido seguir los pasos de sus padres, voluntarios de Cruz Roja desde hace 30 años. “Yo casi nací en un vehículo de Cruz Roja, así que sí desde que nací, y yo quiero estar aquí por lo menos hasta que me muera”, comenta Blanca, la menor de las dos.
Hace una semana sus padres dieron positivo por coronavirus. Las hijas tuvieron que quedarse con ellos en cuarentena, ayudándolos. Lo peor sin embargo era no poder ayudar a los de fuera: “pensaban que había compañeros que tiene muchísima faena y lo pasas mal”, señala Mª José.
Ya recuperados y en familia vuelven al trabajo con más fuerza que nunca. Vuelven para atender las necesidades básicas de quienes se encuentran en peores condiciones, para mejorar la vida de las personas más vulnerables, porque los voluntarios también son héroes en esta terrible pandemia.