Hoy 3401 persona han abandonado el hospital. Ya son cerca de 86000 las que se han curado, las que han dejado atrás la pesadilla del contagio. Muchas de esas personas que salen victoriosos de la batalla contra el virus llegan a sus casas gracias a profesionales y otros voluntarios que echan una mano de forma desinteresada. Conductores de todo tipo que cada mañana ofrecen sus vehículos para ayudar en lo que haga falta incluso arriesgándose a veces al contagio.
No hay aplausos suficientes ni cabe más alegría en esta despedida. A sus 101 años de edad, Valentina recibe el alta hospitalaria y se convierte en la persona de más edad, al menos en Lugo, en ganar la batalla al coronavirus. Son ya 3.401 las nuevas altas, como la de Mario, que tras un mes hospitalizado es bienvenido por sus vecinos en Menorca. Muy emocionado también encontramos a Paco, y con más motivo, ya que a su recuperación se une la celebración de su 71 cumpleaños.
Ya son más de 500 personas las que llevan trasladadas por estos ángeles de la guarda sobre ruedas que velan por los más necesitados desde primera hora de la mañana. Como Sole, que por fin abandona Ifema en el coche de uno de estos voluntarios. Solo tiene palabras de agradecimiento para los que la atendieron en este calvario: “ni mi familia me ha dado este cariño desde el primer día ,que me tenían que dar de comer como se fuera un bebé”.
Los sanitarios alaban el trabajo de esta ola de solidarios al volante que surgió en pleno colapso. “Nosotros lo llamamos los milagros del COVID”, afirma Susana Lorenzo, jefa de gestión de pacientes del Hospital de Alcorcón.
Eduardo es uno de ellos. Hermano de sanitaria, no dudó en poner su granito de arena. “La satisfacción de estar ayudando al hospital, de estar haciendo un servicio público”, comenta mientras ayuda a subir a María, de 92 años, otra de las supervivientes de esta pandemia.