La familia de Esther López de la Rosa, la joven encontrada muerta en una cuneta en Transpinedo, ante el levantamiento del secreto de sumario en el caso de la muerte de la joven, ha precisado que la muerte no se produjo de forma accidental sino que la misma fue de etiología homicida. El principal sospechoso sigue siendo Óscar, el hombre que realizó unos extraños movimientos el día después de la desaparición de la joven.
"Se hace necesario para los familiares de la víctima, mis clientes, recordar el minucioso trabajo realizado por la Guardia Civil, el Juzgado y la Fiscalía para esclarecer los hechos. Para no desmerecer ese trabajo ni afectar innecesariamente al dolor de la familia, debe extremarse al máximo la exigencia de que lo publicado sea acorde con la realidad de lo investigado", advierte el letrado Guillermo Ruiz Blay a través de un comunicado recogido por Europa Press.
Por ello, remarca que "de ninguna manera se indica por los forenses o la Guardia Civil que la causa de la muerte fuera accidental. Es más, la llamada a declarar de quienes están bajo investigación criminal se produce porque hay indicios suficientes para entenderles vinculados a hechos de carácter criminal".
El levantamiento parcial del secreto, a su entender, "no puede conllevar el olvido de que las causas judiciales tienen el carácter de reservadas para respetar los derechos de todos los que allí intervienen" y agradecería que todos los investigados, como conocedores de los hechos que son, decidieran acogerse a los beneficios que la ley les reconoce si confiesan los hechos, ayudan a la investigación y reparan el daño, para evitar las medidas que contra ellos puedan acordarse.
"Los familiares de la víctima, como víctimas indirectas del delito, desean volver a solicitar comprensión por su dolor y su situación y un respeto máximo por el trabajo policial y judicial realizado hasta ahora", concluye el comunicado de la familia.