Jorge Palma salía de la comandancia de Valencia en un furgón de la Guardia Civil. Poco después llegaba al juzgado de Alzira donde, oculto bajo la capucha de su abrigo, ha entrado entre empujones, gritos e insultos.
Tras él, entraba su abogado, que le ha recomendado no declarar ante el juez. “Nosotros negamos la comisión de un homicidio porque la muerte fue accidental”, ha asegurado.
Se ha dictado prisión provisional, comunicada y sin fianza. Así que Jorge ha ido directo a la cárcel de Picassent.
Para la Guardia Civil encontrar el cuerpo de Marta Calvo es ahora la prioridad para determinar si es creíble la versión de la muerte accidental que ha contado a los investigadores o si en realidad se trata de un homicidio o asesinato.