Como si no se lo pudiera creer. David, no podía esconder el dolor de su rostro tras conocer el fatal desenlace de su madre fallecida en La Peñota después de 11 días de angustia en la que David no ha abandonado ni por un segundo al equipo de búsqueda. Su hermana, Olivia, lo hizo por consejo de su padre y se fue con la selección de rugby para concentrarse y también poder evadirse un tiempo de una realidad que estaba resultando más que dolorosa pese a la entereza de toda la familia. Su padre le transmitió la fatal noticia de la muerte de Blanca Fernández Ochoa por teléfono y al instante corrió con su gente.
Porque David Y Olivia eran los bastones de Blanca, su alegría de vivir. De hecho una de las últimas imágenes que se tienen de Blanca es celebrando en uno de los partidos de su hija y gritando como una aficionada más, sí se puede, en clara referencia a lo que ella siempre tuvo en mente: no rendirse en busca de la victoria. Esta vez no ha podido ser. Psicólogos del Summa-112 han acudido al lugar para ofrecer apoyo psicológico. Toda ayuda es poca ahora para los hijos de blanca.