Cercedilla llora la muerte de Blanca Fernández Ochoa, su niña prodigio: "La quería todo el mundo"

  • El pueblo aún recuerda cuando fue paseada a hombros tras lograr su medalla

  • Los vecinos pidieron vacaciones y dedicaron sus ratos libres a encontrarla

  • La familia agradece su cariño a un pueblo volcado que hasta les daba comida

Cercedilla llora la muerte de una de sus vecinas más queridas, de una leyenda del deporte. Aquí se recuerda aún el día en el que aprendió a esquiar y cómo no ese día de hace 27 años en el que todo un pueblo como uno solo salió a la calle para recibir a la campeona. Ahí, en las paredes de los locales, en blanco y negro, hay fotos que recuerdan en momento de euforia. Porque Blanca hizo historia en los deportes de invierno logrando una medalla que nadie esperaba, que parecía imposible. Muchos jóvenes desde entonces se pusieron los esquíes para ser como ella. Paco Fernández Ochoa, su ídolo, su hermano, también un referente en Cercedilla, lo había logrado antes.

Así que a Blanca la recibieron a hombros y ella se lo reconoció con una frase que no se olvida “a pesar de la distancia siempre os tuve presentes”, les decía a sus vecinos. Ellos nunca la han olvidado. Han pasado los años, pero Blanca era Blanca. “Fue un día de alegría a tope”, recuerdan ahora los vecinos que no dudan en sacar pecho y recordar ahora con congoja pero siempre con calidez que “ellos fueron los primeros que ganaron medallas”.

“Es una gente muy querida por el pueblo. La quiere todo el mundo”. El pueblo se volcó desde el primer momento, nada más enterarse de su desaparición. Muchos pidieron vacaciones para buscarla, otro lo hicieron en sus ratos libres, todos con el corazón en un puño. Al final, tras 11 días, no se produjo el milagro. Hoy, un pueblo, Cercedilla, está de luto, pero cuando recuerden a Blanca lo harán siempre con una sonrisa, como lo hacían con su hermano. Porque siempre fueron unos campeones.