La noticia ha llegado como un mazazo para todos, pero sobre todo para la familia de Blanca Fernández Ochoa, que durante 12 días mantuvieron incansables la esperanza. Lola, hermana de la exdeportista, permaneció entre los voluntarios recorriendo las rutas, confiada de que la encontraría, porque "ella es fuerte".
"Venga, ¡con ganas!" decía en estos días en los que amanecía rodeada de gente que como ella, querían encontrar a Blanca Fernández en la intrincada sierra de Cercedilla. Mano a mano con los equipos de rescate. sin flaquear ni un momento estaba Lola. "Me han dicho que ellos no tiran la toalla y si ellos no la tiran yo tampoco, y mis hermanos tampoco por supuesto", aseguró hace apenas unas horas cuando todavía se aferraba a lo que casi era imposible.
Así Lola nucleó la familia de la exesquiadora, sin defraudarla, con el mismo espíritu combativo. Sus amigos, sus parientes manteniendo un ánimo fuerte día tras día sabedores de que el tiempo siempre juega en contra en estos casos.
"Lo afrontamos con la misma ilusión que ayer, es verdad que con más angustia, porque el tiempo pasa pero la esperanza no se pierde".
También ha estado presente su hija Olivia, quien dio la voz de alarma, profundamente unida a su madre, pero, es lógico, era imposible pasar por alto la dureza de la situación. "Cada día que pasa es una preocupación extra, cada día que pasa es una tristeza terrible".
Lola lo dijo: "La lástima de esto es que Blanca no vea lo que la queréis" Una familia agradecida. ¡Gracias a todos!