Greta Zarate, una mujer de 32 años de Jacksonville, Carolina del Norte, EEUU, sufrió el síndrome de shock tóxico, SST, a causa de una afección potencialmente mortal causada por una infección bacteriana que contrajo mediante un tampón, según recoge Daily Mail.
La mujer comenzó a tener síntomas de gripe a finales del mes de enero cuando comenzó su período de menstruación. Ante su malestar, acudió de urgencia al hospital Onslow Memorial el 3 de febrero. La fiebre se le disparó y su presión arterial se veía afectada. Ni siquiera los rayos X, los ultrasonidos y las tomografías detectaron qué causaba su deterioro de salud.
Tras los primeros análisis, un ginecólogo detectó que había sufrido un shock tóxico, SST, una afección que puede ser mortal. Su sistema inmune trató de combatir la enfermedad, que provocó en su cuerpo una etapa de sepsis.
Los médicos revelaron que la mujer había contraído las bacterias a través de un tampón, el cual permitió la entrada de las bacterias al torrente sanguíneo mediante cortes microscópicos en su pared vaginal. “Creía que era gripe, me estaba tratando con medicamentos de venta libre. Sufrí todos los síntomas del SST, pero lo confundí con los de la gripe”, señala Greta.
Greta estuvo siempre acompañada de su marido Cas, de 30 años, jefe de logística militar. Ambos tienen cinco hijos: Ethan, de 14 años, Lezley, de 12, Nayaly, de 10, Zoie, de 6 y Bree, de 3.
El síndrome de shock tóxico es una infección mediante bacterias con un alto riesgo mortal. Puede detectarse erróneamente ya que es muy raro y tiene síntomas similares a otras enfermedades. Las mujeres tienen mayor riesgo de contraer esta patología durante la menstruación, particularmente con el uso de tampón, durante el período posterior a dar a luz o durante el uso de métodos anticonceptivos de barrera interna, como el diafragma.
Las mujeres, para prevenir el SST deben usar tampones de absorción más baja para su flujo, alternar un tampón con una compresa y lavar las manos antes y después de la inserción. Los tampones se deben cambiar regularmente, generalmente cada cuatro u ocho horas.