Las consecuencias de la gota fría en Lérida

  • Protección Civil ha pedido que se evite la movilidad en el sur de Lérida

  • Dos personas han tenido que ser rescatadas de su casa

  • Récord desde 1983: el día más lluvioso en el mes de octubre

Las lluvias torrenciales se han cebado con Cataluña, y Lérida es una de las ciudades que ha sufrido las consecuencias de la DANA. Las imágenes muestran los destrozos ocasionados: carreteras totalmente inservibles y coches tragados por las riadas.

Localidades como Albí o Arbeca se convirtieron en torrentes de agua que arrasaban con todo. En Arbeca, las piscinas han quedado destrozadas. En Albí, la peor parte se la ha llevado la zona baja del municipio, por donde pasa el río Gorgs, que se desbordó. Casas destruidas que han provocado que dos personas tuviesen que ser rescatadas de su vivienda. El equipo de Presidencia de la Diputación de Lleida ya está analizando las posibles ayudas para los municipios más afectados.

Las inundaciones, árboles caídos y desprendimientos de tierras han causado el cierre en varias carreteras como la AP-7 en Albatàrrec y la C-32 en Espluges. Protección Civil ha pedido que se evite la movilidad en el sur de Lérida.

Además, las lluvias y los vientos, que llegaron a alcanzar rachas de entre 100 y 120 kilómetros por hora, arrasaron un camping en Gualba. Varias caravanas fueron arrastradas y resultaron heridos una niña de 7 años, una mujer de 35 y un hombre de 44. Ninguno de ellos está en estado grave, aunque se encuentran en el hospital de Sant Celoni. Allí vivían de forma permanente unas 40 familias, pero todas consiguieron salir de los escombros sin ninguna herida de gravedad.

Con estas tormentas, se ha alcanzado otro récord, el día más lluvioso del mes de octubre: en algunos puntos de la provincia de Lérida cayeron cerca de 130 litros por metro cuadrado en una hora, algo que no ocurría desde 1983, año en el que se empezaron a medir las lluvias. Solo en la capital, cayeron 60,4 litros por metro cuadrado.

El temporal ha dejado, de momento, un muerto y cinco desaparecidos. Tras asolar varias ciudades catalanas, se trasladará al Cantábrico central y oriental y al este de la Península y Baleares.