La Navidad es una de nuestras festividades más universales: es tradición celebrarla en un gran número de países de todo el Planeta debido a su origen cristiano, lo que sin duda nos regala todo un catálogo de costumbres y prácticas que tienen que ver con las raíces culturales de cada zona geográfica.
No hay que olvidar que esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas. Por otro lado, existen países donde no se celebra: es el caso de China, Tailandia, Israel, Irán, Corea del Norte o Argelia. ¿Qué ocurre con el resto de lugares? ¿Cómo se celebra la Navidad en el resto del mundo?
Las costumbres navideñas son tan dispares como los puntos geográficos en que se celebran. Tiene sentido si atendemos al hecho de que, más allá de su origen religioso, el tiempo y los cambios sociales nos han llevado a adaptar su significado y los rituales que envuelve a un sentido más actual y, en general, menos vinculado a su origen.
Si hay un punto en común entre todas estas costumbres, probablemente sea el hecho de que la Navidad es sinónimo de reuniones sociales: compartir momentos con familiares y amigos es algo que todos asociamos a estas fiestas.
La degustación de platos típicos en toda su variedad o la colocación de adornos y luces es también una costumbre muy asentada: el árbol de Navidad y los regalos también se extrapolan a la mayoría de las celebraciones navideñas. También la celebración de la llegada del nuevo año, un momento simbólico que nos invita a recapitular y a plantearnos nuestras metas de cara al nuevo año, así como a transmitir nuestros buenos deseos a nuestros seres queridos. Eso sí, no todos los países que celebran la Navidad sitúan el comienzo de nuevo año en la misma fecha.
Más allá de todo ello, existen costumbres específicas de países concretos: en algunos se llevan a cabo prácticas especialmente llamativas, como la exhibición de pirotecnia más espectacular, que no nos queda muy lejos: la encontramos en Funchal, capital de Madeira. También es costumbre en esta isla servir sopa de gallina o carne de cerdo macerada durante tres días en vino y ajo, así como el pan de boniato o el pastel de miel.
Si nos movemos al lado opuesto del Planeta nos encontramos con el caso de Australia, donde la Navidad se celebra en verano y son típicos los picnics al aire libre en playas y parques. Sus costumbres gastronómicas son más cercanas a las nuestras: marisco, jamón dulce... y pudin de ciruelas, que suele esconder una pepita de oro, el equivalente a nuestra figurita oculta en el roscón de Reyes: quien la encuentre tendrá buen suerte durante el nuevo año. Los noruegos, por su parte, ocultan una almendra en su tradicional pudín de arroz y canela.
En el caso de Italia, a los españoles nos llama la atención su costumbre de comer lentejas en lugar de uvas de la suerte, aunque lo mismo podrían decir sus habitantes a la inversa. Al menos en su caso, atragantarse durante las campanadas y echar por tierra su entrada con buen pie en el nuevo año resulta mucho más complicado. Los japoneses, por su parte, optan por los fideos, que simbolizan la longevidad.
La limpieza también forma parte de las costumbres navideñas en Japón: limpiar la casa les ayuda a comenzar el año con buen pie, así como renovar mobiliario o ropa. Esta voluntad de entrar en el mes de enero con los deberes hechos se traduce, en el caso de México, en romper piñatas de barro que simbolizan los pecados capitales, para ahuyentar lo malo de cara al nuevo año. Eso sí, en su interior también hay dulces y regalos. En Italia, siguiendo una lógica parecida, se lanzan trastos viejos por la ventana como símbolo de un pasado finito. Los alemanes hacen lo propio encendiendo fuegos artificiales para ahuyentar a los espíritus malignos, y decoran sus hogares con ramas de Santa Bárbara, musgo y nueces pintadas.
Otra bonita tradición la encontramos en Copacabana, donde se lanzan al mar velas encendidas y barquitos llenos de flores y regalos. El mejor presagio posible es que la marea se los lleve. Y también parece dar buena suerte besarse bajo el muérdago, una costumbre que viene de Reino Unido.
Por su parte, los rusos siguen el calendario de la iglesia ortodoxa y celebran la Navidad el 7 de enero. Además, su cena de Nochebuena consiste en nada menos que 12 platos, uno por cada uno de los apóstoles. En el caso de India, los cristianos celebran el nuevo año según el calendario lunar hindú, de forma que el año nuevo comenzaría el 20 de abril, si bien la Navidad se celebra como en el resto del mundo: el 25 de diciembre. La Janucá judía, por su parte, conmemora la purificación del Templo de Jerusalén tras la revuelta de los macabeos contra el Imperio seléucida durante ocho días.