Los casos de violencia juvenil en España hacen saltar las alarmas: el psicólogo Javier Urra da las claves

  • Javier Urra, psicólogo, sobre la violencia juvenil: "Esta generación comete menos delitos, pero más violencia filio-parental y agresiones sexuales"

  • Ejemplos recientes son el parricidio de Elche o la violación grupal a una menor en en Borja, Zaragoza

  • En el 2020 hubo 390 menores condenados por algún delito sexual, 47 agresiones sexuales y siete violaciones

Los casos de violencia juvenil en España hacen saltar las alarmas, ¿qué está ocurriendo entre los jóvenes? El psicólogo forense Javier Urra nos da las claves. "Esta generación comete menos delitos que la anterior y, sin embargo, tiene muchísima más violencia filio-parental -agresión a padres- y agresiones sexuales", señala el experto.

Javier Urra: "Tenemos chavales que no aceptan la frustración y que estallan de manera muy impulsiva"

Ejemplos recientes son el parricidio de Elche o la violación grupal a una menor en Borja, Zaragoza. Hay un joven de 16 años presuntamente implicado. "Tenemos chavales que no aceptan la frustración y que estallan de manera muy impulsiva, y también porque los videojuegos son de mucha acción", detalla Urra.

En el 2020 hubo 390 menores condenados por algún delito sexual, 47 agresiones sexuales y siete violaciones. Esta semana en Murcia un menor de 13 años ha apuñalado a su profesorapuñaladoprofesor por la espalda en plena clase. "Era un cuchillo de cocina. Lo ha enseñado avisando de que iba a hacer algo durante el día. Los compañeros pensaban que era una broma", señaló un alumno del centro escolar.

Para prevenir la banalización de la violencia, hace falta educar en compasión y afecto

"Uno de cada cuatro profesores que se ha puesto en contacto con nosotros nos dice que sufre faltas de respeto o amenazas de alumnos, estas en un porcentaje menor", comenta al respecto Guadalupe Pérez Pérez, portavoz de Defensor del profesor AMPE Madrid.

Para prevenir la banalización de la violencia, hace falta educar en compasión y afecto. "Eso no son palabras, eso es que a los siete años hay que mandarlo a un campamento o a los nueve llevarlo a un hospital con niños enfermos. Eso no lo estamos haciendo, entonces son chavales que priorizan el 'yo', y cuando se les lleva la contraria son explosivos", concluye Urra. Y es que la responsabilidad es de todos.