El padre de la joven hallada sin vida en Traspinedo Esther López, Miguel López, ha trasladado su "más profundo agradecimiento" al pueblo, autoridades, Guardia Civil y medios de comunicación por el apoyo y la ayuda para encontrar a su hija, pero ahora pide "intimidad" para que la familia y amigos puedan "llorar a solas" su muerte.
Así, ha querido trasladar, a través de un comunicado, el "más profundo agradecimiento" de la familia al pueblo de Traspinedo que tanto les ha apoyado y con quienes han vivido la "preocupación" de la ausencia de su hija "desde el primer momento".
Un agradecimiento que ha hecho extensivo a todos aquellos que de manera "desinteresada" han salido a los campos de la localidad para tratar de "encontrar algún indicio" que condujera a "esclarecer" que había sucedido con Esther López.
"En este momento sentimos un especial agradecimiento por todos los miembros de la Guardia Civil que han trabajado de manera incansable y sin importarles los horarios para tratar de devolvernos a Esther. Sabemos que han hecho todo lo posible por traer a nuestra hija de vuelta y que, a partir de ahora, harán todo lo posible para desdeñar las circunstancias de su muerte y encontrar, si los hubiera, a los que tengan alguna responsabilidad en lo que a Esther le haya sucedido", ha continuado.
Además, Miguel López ha mostrado su agradecimiento a autoridades locales, autonómicas y nacionales por el "apoyo" que les han prestado y los "afectuosos mensajes" recibidos tras el "triste desenlace de la dolorosa desaparición" de su hija.
En este punto, ha señalado que ahora es momento de "recogimiento". "Deseamos llorar a solas la muerte de nuestra hija que nos deja desolados e inmersos en un dolor indescriptible. Los que tanto la quisimos en vida, su familia, y sus amigos, deseamos llorar en privado su muerte", ha argumentado.
De ahí que se haya querido a los medios de comunicación, a los que tanto tiene que "agradecer" por haber estado "pendientes" de cualquier "novedad" en la búsqueda de la joven. "Desde el principio he tratado de atenderles a todos porque compartíamos un mismo fin: encontrar a Esther. Lamentablemente, ya lo hemos logrado, pero ha sido de la más dolorosa de las maneras. Ahora, os ruego que comprendáis que ya no concederé más entrevistas, ni haré más declaraciones durante los próximos días", ha asegurado.
Miguel López considera que es tiempo de que los investigadores y la Justicia "hagan su trabajo" y de que él se reúna con su familia para despedirse de Esther "en la intimidad". "Gracias a todos por vuestra compresión y por ayudarnos a encontrar a mi hija Esther", concluye.
Por su parte, los vecinos de Traspinedo se han concentrado el domingo en la plaza del Ayuntamiento de esta localidad vallisoletana, situada a 25 kilómetros de la capital, que ha acogido cinco minutos de silencio en los que los vecinos han podido mostrar el dolor por la confirmación del fallecimiento de la joven de 35 años y las condolencias con su familia y en el que ha participado la Corporación municipal, así como el presidente de la Diputación provincial, Conrado Íscar, el subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez Villazán, y el delegado territorial de la Junta en Valladolid, Augusto Cobos.
Tras la celebración de un Pleno municipal en el que se han decretado tres días de luto oficial el pueblo, varios cientos de vecinos y personas llegadas de otros puntos han mantenido unos minutos de silencio en recuerdo de la joven, a la que se había perdido la pista en la noche del 12 al 13 de enero y cuyo cadáver fue hallado este sábado por un paseante en un terreno de labor situado en las proximidades del polígono Tuduero, a unos pocos kilómetros de distancia de Traspinedo.
El alcalde del municipio, Javier Fernández, ha expresado el sentir de los vecinos por la "triste" noticia que se conoció el sábado y ha querido unir a todo el pueblo en torno al "dolor de la familia", a quienes ha recalcado su apoyo, al mismo tiempo que ha señalado el sentimiento de "tristeza" que se vive en Traspinedo.
También ha aprovechado para pedir "tranquilidad" al municipio y aboga por dejar que la que la justicia "investigue lo que ha sucedido y esclarezca los hechos".
"Templanza, mesura y cordura y que se deje trabajar a la Justicia sin más. Es un caso trágico, por lo que es la Justicia la que tiene que dictaminar cómo han sucedido los hechos y si hay algún culpable, pues que salga a la luz", ha reflexionado.
En cuanto a la familia de Esther López, Javier Fernández ha recordado que durante todos estos días desde la desaparición de la joven los representantes del Ayuntamiento han estado con ellos "como no puede ser de otra manera" y ha constatado que ahora la familia "está destrozada" si bien apunta que "en cierto sentido, con un alivio de que tienen el cuerpo de su hija por fin, tristemente fallecida".
También ha apuntado que la familia de Esther "quiere" que se deje investigar a la Justicia y ha garantizado el apoyo de "todo el municipio, el Ayuntamiento, pueblos del entorno, de Valladolid y de España" ya que considera que es un caso que ha alcanzado el ámbito nacional.
El municipio de algo más de 1.100 habitantes continúa el duelo por su vecina, con las banderas a media asta desde el sábado y con tres días de luto oficial por delante.
Todo ello, con la prudencia subrayada por el regidor ante la investigación sobre las circunstancias de la muerte, en un momento en el que ha subrayado que "todo es muy prematuro", pero con el convencimiento de que "si alguien tiene que pagar por ello, que lo pague claramente".
La vecina de Traspinedo, desaparecida el 12 de enero, era buscada desde que sus padres presentaran denuncia el pasado día 17, después de que no diera señales de vida tras haber estado la noche de su desaparición viendo en un bar del pueblo el partido de la Supercopa entre el Barcelona y el Real Madrid y luego continuara la fiesta con unos amigos en casa de uno de ellos y más tarde en unas bodegas.
Esa era la versión que habían facilitado las dos personas con las que estuvo esa noche antes de que se le perdiera el rastro, dos vecinos de Traspinedo, Óscar y Carlos, que viajaron con ella en el coche del primero de regreso a casa y que, según relataron con algunas contradicciones, se detuvo ante el restaurante La Maña.
En el relato ofrecido, Carlos se apeó del vehículo para ir a su casa y luego Óscar y Esther discutieron porque ella quería seguir de fiesta y él la dejó en las inmediaciones, sin que se volviera a saber nada más de la mujer en los últimos veinticuatro días.
Las investigaciones desde entonces se centraron en ambos vecinos y también en un tercer investigado, Ramón G. (El Manitas), pesquisas en las que la Guardia Civil, además de rastrear el municipio mediante batidas en las que habían participado cientos de voluntarios, había tomado muestras de la vivienda del tercero y de los vehículos de este y de Óscar, sin resultado positivo, y había centrado también su investigación en los teléfonos
El único de los investigados que había permanecido privado de libertad es Ramón G cuya detención hubo de prorrogarse durante otras 72 horas aunque finalmente la titular del Juzgado de Instrucción número 5 le dejó en libertad provisional ante la falta de pruebas que atestiguaran su implicación en los hechos.