El detenido por la muerte de Marta Calvo, Jorge Palma dio a la Guardia Civil una carta de su puño y letra tras entregarse. En ella asegura que “no soy un asesino de mujeres”. Habla en plural cuando aún los agentes no le relacionaban con la muerte de al menos otras dos mujeres.
La carta está fechada el 13 de noviembre. En ese momento a Jorge Ignacio Calvo solo se le buscaba por la desaparición siete días antes de Marta Calvo. Hasta que se entregó, según los investigadores, tuvo tiempo de preparar su defensa mientras estuvo escondido en el monte.
“No soy un asesino de mujeres”. Esa frase hace sospechar a los investigadores porque habla en plural cuando aún no se le relacionaba con más casos. Es más, esta frase es una de las razones que argumenta la jueza para mantenerle en prisión provisional por un delito de homicidio, según informa el diario El Levante.
RelaciDespués, los investigadores le han relacionado con la muerte de dos chicas, que ejercían la prostitución, en marzo y junio de este año. Ambas murieron tras compartir una fiesta de sexo y drogas con él. Además, la Guardia Civil intenta averiguar si está relacionado con la muerte de otra mujer en 2015 también en la comunidad valenciana.
Los agentes creen que esta carta está meticulosamente pensada y trabajada. Aunque él intenta mostrarse como una persona que actuó presa del pánico tras encontrarse a Marta muerta, los expertos consideran que su personalidad es más propia de “un psicópata”, según recoge el citado diario. El detenido no muestra empatía ninguna con la víctima. Solo en una frase se refiere a ella al admitir que “le caía muy bien”.
Solo al final de la carta manuscrita que entregó a la Guardia Civil pide “perdón” a la madre de la chica, como si alguien le hubiera aconsejado que lo hiciera.
En la carta está preocupado por exculpar a su madre, que dice que no sabía nada de lo sucedido. Sobre ella dice que es “lo más hermoso” que ha tenido. “Ojalá le hubiera hecho siempre caso”, escribe.
Jorge Palma sigue manteniendo su versión inicial de que encontró a la chica muerta, se asustó y la descuartizo. En la carta apela a la “Justicia Divina”.