Está a punto de culminarse más de un año de investigación. Va a caer una de las organizaciones más importante, compleja y sofisticada que introducía ilegalmente inmigrantes en Canarias. Dividida en dos ramas.
La marroquí captaba a los jóvenes. La española, facilitaba los puntos de llegada para evitar ser interceptados, como explica Bernardino Martín Pulido, inspector jefe de la Brigada de Investigación de Redes de Policía Nacional: "La organización criminal asentada en España, además de planificar, organizar y, en algunas ocasiones, ejecutar los viajes hacia las Islas Canarias, se dedicaban a ir a pie de playa a recoger a los migrantes y a alojarlos en lugares seguros hasta su traslado a su destino final".
Normalmente, explotaciones agrícolas y ganaderas. Lograron su objetivo con al menos 180. "El migrante tiene que pagar entre 1200 y 1500 euros para ocupar una de las plazas en esas embarcaciones desde todo el punto precarias", relata Martín Pulido.
"No soportan condiciones severas de viento y oleaje; en muchas ocasiones los inmigrantes vienen hacinados. Tampoco disponen de medios de salvamento, como chalecos salvavidas. Además, todos ellos, o la mayoría, carecen de habilidades para mantenerse a flote en el caso de caída".
Y tenían 8 pateras listas para zarpar, una de ellas, con 34 personas a bordo. En total, 28 detenidos de esta red de trata de personas. Cinco ya están en prisión. Es el primer éxito de la Brigada de Investigación de Redes de la Policía Nacional, que se creó en enero específicamente para este tipo de delincuencia organizada.