Pablo y su mujer decidieron colgar una bandera LGTB en una ventana de su casa en vísperas del Día del Orgullo. Tienen dos hijos de 7 y 10 años, y su intento era educarles en la tolerancia y la diversidad sexual. La reacción de los que han sido educados en esas mismas normas no se hizo esperar. Y las pintadas homófobas aparecieron en su fachada. Casa del maricón y Maricón España, eran los eslóganes de los detractores junto con una bandera de España, a la que no dudan en manchar con estos actos en un país pionero en respetar y dar derechos a los homosexuales. No es la primera vez que estas reacciones se producen. Pablo explicó a sus hijos la pintada, era parte de la lección de civismo, porque sí, tenían que saber que dentro de la sociedad hay gente que no acepta la diversidad sexual. Y puso una denuncia. Porque no solo estamos contra una delito a la propiedad sino también ante un posible delito de odio.
Hace escasas fechas, el alcalde del municipio castellonense de l'Alcora , Samuel Falomir, respondía a una pintada homófoba en la que se decía El alcalde es maricón con un mensaje muy aplaudido, laureado y ejemplar: "¿Ahora te enteras? No me indigna que me llames maricón, me indigna que ensucies nuestro pueblo". "Vivo felizmente con mi pareja y estoy muy contento con mi condición".
Pero no solo eso. Cabo de Cruz (Boiro), el pueblo de Pablo dio todo una lección. "Vecinos, amigos, conocidos, no conocidos, gente llamando a mi puerta para darme apoyo, ofreciendo su ayuda para limpiar las pintas si fuese preciso...brutal”, narra. Clubes deportivos y el propio Concello de Boiro también sumaron fuerzas en este caso y en la casa consistorial boirense ya se puede ver la bandera arcoíris, que ahora engalana todo Cabo de Cruz después de una oleada de pedidos. El pueblo tiene más banderas arcoiris que nunca. "Es un gesto de apoyo al vecino y también al colectivo". Los vecinos estánindignados y vana celebrar la diversidad. "Hay gente mala, la gente tiene que ser libre y feliz", coniciden los lugareños.