Confirmada la prisión provisional para el hombre de 77 años que acabó con la vida del ladrón que intentaba entrar en su casa. La Audiencia Provincial de Ciudad Real dice que el mero allanamiento de la propiedad no justifica una respuesta tan desmedida. De hecho, señala que hay indicios de un homicidio doloso y no descarta todavía que pueda tratarse de un asesinato, así que para evitar el riesgo de fuga seguirá en la cárcel hasta el juicio.
Este jueves, precisamente, el septuagenario, declaraba en la Audiencia Provincial que no tuvo más remedio que disparar para proteger su vida y su patrimonio, por lo que disparó contra el presunto ladrón con su escopeta. En total, fueron tres las veces que disparó, y uno de los tiros le alcanzó, acabando con su vida.
“No me quedaba más remedio. Lo que tenía que hacer era defender mi vida y mi patrimonio”, declaró.
Fue él quien llamó a la policía para contar lo sucedido
Fue el propio septuagenario el que llamó a la policía para informar de los hechos que acababan de suceder:
“Muy buenas, mire usted, esta noche he tenido un asalto y unos destrozos y ha habido unos disparos. Aquí hay una persona en el suelo”, contó a las autoridades cuando le cogieron el teléfono, algo ante lo cual los agentes comenzaron a preguntarle: “Pero herida, ¿o qué?”, a lo que el hombre contestó: “Sí, claro, herida porque he tenido que defenderme”.
Tras ello, le preguntaron si fue el quien disparó, ante lo que manifestó claramente que así lo hizo.
“Madre mía, pero así sin más, le ha disparado usted. ¿Por qué no ha llamado a la Policía?, le llegó a decir el agente al teléfono, ante lo cual el septuagenario señaló: “¿A la policía? ¿Pero usted se cree que estando yo solo aquí voy a ponerme a hacer llamadas por ahí?”
Tras indicar que no sabía si el presunto ladrón estaba vivo, dejando ver su nerviosismo, insistió a las autoridades: “Vivo solo, sí. Tenía él la motosierra en las manos”.
La víctima, un hombre de 35 años que intentaba colarse en su domicilio para robar, ya tenía antecedentes. Se lo encontraron tendido en el patio de la casa y, al parecer esa no era la primera vez en que ambos se veían.
“Ese mismo día hubo un encontronazo entre ellos, en la casa del hermano”, aseguraba ayer el abogado de la víctima, Alfredo Arrién, ante los medios de comunicación.
Por su parte, el abogado del septuagenario, José Manuel Lumbreras, sigue defendiendo que actuó en defensa propia: “Está muy afectado. Ha perdido casi 10 kilos y a nivel psíquico yo creo que muchas veces no sabe ni lo que está bien ni lo que está mal”, señala, insistiendo en que mantenerlo ahora en la cárcel es una medida desproporcionada.