Parte del material volcánico arrojado en la erupción de La Palma ha viajado hasta Madrid, donde está siendo analizado en el laboratorio de la Universidad Complutense. Todas las conclusiones que extraigan de esas rocas serán claves para entender el comportamiento del volcán y ayudar a los científicos que trabajan sobre el terreno. Por el momento, las primeras evidencias apuntan a que la lava es poco peligrosa.
Los investigadores de la universidad madrileña ya trabajan con 40 muestras de coladas obtenidas en diferentes días y puntos de la zona afectada por la erupción.
Los científicos trabajan con estas muestras cortándolas con disco de yanta continua recubierto de diamante para poder somerterlas al análisis del microscopio. Son láminas de 30 micras de grosor, la mitad de un folio de papel.
Bajo la lupa de estos potentes aparatos, los científcios tratan de determinar la morfologia y los materiales que componen la lava del volcán de Cumbre Vieja. Según Eumenio Ancochea, catedrátido de Vulcanología de la Universidad Complutense de Madrid, se trataría de una lava basáltica poco viscosa y, por lo tanto "sería una erupción poco peligrosa".
Estos expertos recuerdan que la secuencia históricas de erupciones en la isla de La Palma, los registros apuntan a una actividad vulcanológica de hasta 90 días, aunque tembién recuerdan que el magma no es infinito y no saben cuando se acabará.