La columna de humo que provoca el volcán de La Palma se eleva más de 4.000 metros y continúa lanzando ceniza y piedras a varios kilómetros de distancia. Las explosiones del volcán también continúan aunque, según los expertos, no tiene porque haber más peligro. Y eso a pesar de que en el interior del volcán hay 20.000 millones de litros de magma esperando salir al exterior.
Las últimas explosiones del volcán son sonoras y muy visuales. Con cámara acelerada es impresionante ver los remolinos de gases.
Y aunque el sonido del volcán en Cumbre Vieja es ensordecedor y ruge, no es de los más explosivos, ni está en la fase más peligrosa según los expertos. Antonio Casas, investigador geólogo de la Universidad de Zaragoza, explica que “estamos dentro de un proceso normal de una erupción larga del volcán, que puede durar semana o meses”.
La actividad sísmica en profundidad ha disminuido. Hay menos temblores y mayor amplitud del tremor.
No obstante, en el interior del volcán de La Palma hay 20.000 millones de litros de lava. Son como 2.000 piscinas olímpicas empujando hacia la superficie. El fuego y las rocas más pesadas caen elevando cada vez más el cono.
La pluma volcánica llega ya hasta los cuatro kilómetros y medio. La isla de La Palma se nubla por partes y se oscurece el cielo. Cerca del volcán la ceniza ya tiene tres centímetros de espesor. De hecho, los bomberos trabajan retirando la ceniza de los tejados de las casas porque advierten de que si llueve, el peso de ese polvo puede hacer colapsar las viviendas.
Debido a la columna de ceniza, este jueves se activaba el código rojo en el tráfico aéreo y se recomienda a los palmeros que no circulen por la falta de visibilidad.
El tinte oscuro de la ceniza lo cubre ya todo y muchas carreteras han desaparecido.
Los vientos dirigirán los gases del volcán en La Palma hacia el sur desde hoy viernes, en dirección a las islas de El Hierro y de La Gomera, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha señalado que los gases de se ven alterados por el propio calor de la erupción volcánica y esto provoca una corriente de vientos permanente.
De momento, los vientos siguen soplando del nordeste mientras que a unos 3.000 a 5.000 metros de altitud, la dirección del viento predominante será la suroeste, que sopla a una velocidad de unos 40 o 50 kilómetros por hora y girará al noroeste a 5.000 metros de altitud a últimas horas del viernes.
Los expertos señalan que a unos 1.500 metros de altitud las emisiones se pueden dispersar por el resto de las islas del archipiélago, aunque "obviamente" en concentraciones muy inferiores a las del entorno del foco del último. Del Campo insiste en que a nivel de la superficie "no se ha visto alterada la calidad del aire con la erupción volcánica".
Mientras tanto en tierra, una de las lenguas de lava se ha paralizado. La otra avanza muy lentamente, solo a 4 metros la hora. Por eso los expertos señalan que es posible que finalmente las coladas no lleguen al mar. Eso implicaría que se extiendan a lo ancho llegando a otras zonas pobladas de la isla de La Palma.
La lava del volcán de Cumbre Vieja ha engullido 350 casas, se ha quedado a las puertas de Todoque, ahora mimos el municipio donde la situación es más complicada, y ha arrasado más de 200 hectáreas de terreno.