Amparo es una auxiliar de enfermería que ha superado la covid-19 tras pasar 46 días ingresada en la UCI y una posterior recuperación arrastrando graves secuelas. Tras este infierno que le dejado importantes problemas no solo físicos sino también psicológicos, la mutua que gestiona su baja considera que se encuentra en condiciones óptimas para volver al trabajo.
El relato de Amaparo, de 61 años de los que 43 años ha estado trabajando es uno más de los miles de casos de personas que han visto su salud perjudicada tras enfermar de coronavirus y pasar una larga temporada hospitalizados.
Cuenta Amparo que se contagió de la enfermedad en los primeros días de la pandemia cuando los responsables del centro donde trabaja, la Clínica de Girona, les conminaron a no usar mascarillas con los pacientes para no alarmarles pues solo era una gripe.
Amparo cayó pronto víctima de la pandemia y la gravedad de su caso obligó a mantenerla ingresada en la UCI durante 46 días a los que siguió una larga y dura recuperación.
Su problema ahora es que el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas le ha dado el alta porque aseguran, está en condiciones de volver a trabajar. La mutua que lleva su caso no quiere saber nada de sus secuelas y sus problemas físicos de movilidad y remite su situación a los responsables sanitarios catalanes.
Su lucha por un reconocimiento a su situación y a la de muchos sanitarios con problemas derivados de la pandemia ha vivido un nuevo episodio gracias a que su médico de cabecera le ha vuelto a dar la baja por que asegura "no puedo más".