Este domingo, 14 de marzo de 2021, se cumple exactamente un año desde la declaración del estado de alarma en España para hacer frente a la pandemia de covid19, una enfermedad que solo en el territorio nacional ya se ha cobrado la vida de más de 72.000 personas y que han padecido más de tres millones de ciudadanos.
La principal incógnita, más allá de determinar cuál es la principal vía de transmisión, entre otras cuestiones, se centra en las secuelas y los efectos que provoca el coronavirus en el organismo, especialmente a largo plazo.
Durante los últimos meses ha aparecido el término covid persistente, síntomas de la enfermedad que perduran en el tiempo más de lo previsto. Sin embargo, no todas las secuelas entran dentro de este apartado.
Existen otras secuelas ajenas, por lo general más graves, que se relacionan con un estadío en UCI. Así lo explica, en declaraciones a Informativos Telecinco, el doctor Lorenzo Armenteros, portavoz covid19 de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG.
"Hay que distinguir dos aspectos: lo que es secuela y lo que es sintomatología persistente. La secuela es aquella que produce, en sentido clásico de la medicina, un daño (de una enfermedad) con un resultado de afectación orgánica a veces permanente o transitoriamente bastante largo. Ese daño que ha producido puede dar otra sintomatología diferente", explica sobre la diferencia el doctor Armenteros.
"Por ejemplo, si la inflamación pulmonar provoca fibrosis, lo que en un principio era una neumonía, se convierte en un defecto de la elasticidad del pulmón, a lo largo del tiempo. Esto es una secuela. Una fractura que no consolida bien y deja un dolor permanente", añade el portavoz covid de la SEMG.
El doctor Armenteros destaca que las secuelas de la covid19, lejos de la sintomatología persistente, están apareciendo en personas contagiadas que son por lo general mayores y que han tenido un cuadro grave, incluso requiriendo ingreso en UCI. No obstante, las personas jóvenes sin patologías previas también pueden tener secuelas graves.
La historia de Alex el paciente cero por coronavirus en la Región de Murcia, puso de manifiesto el peligro que conlleva enfermar por covid19. A sus 49 años, siendo deportista y sin tener patologías previas, el virus le cambió la vida radicalmente. Pese a no entrar en el perfil de riesgo, presentó complicaciones e ingresó el 17 de marzo de 2020 en el hospital Reina Sofía de Murcia.
Marc, otro paciente de covid, también es el ejemplo de que el coronavirus no solo deja secuelas en mayores. Todo un superviviente, un chico de 34 años que no tenía ninguna enfermedad previa con el que el virus se cebó de tal forma que le provocó dos paros cardíacos. Venció la batalla tras 60 días en la UCI y tres meses ingresado, luchando contra la muerte a brazo partido, pero tuvo que aprender a hablar de nuevo.
Por otro lado, encontramos la sintomatología persistente, "aquella en la que muchas de las personas que han tenido covid no han dejado de tener síntomas en ningún momento de la historia de su enfermedad, y que persisten por encima del tiempo que se considera el ordinario de la enfermedad, que puede ser en torno a 10 días".
Cuando los síntomas permanecen más de las tres semanas, y desde luego, cuando llegan a más de 12 semanas, explica el doctor Armenteros, hablamos de covid persistente, o sintomatología persistente. "En estos casos puede ser la misma sintomatología que tenía al principio u otra nueva que aparece como consecuencia de algo que no sabemos, pero que persiste en su organismo", detalla el experto.
"Son personas que llegan a estar hasta 6 y 7 meses o incluso ya cerca de un año, en lo que no han mejorado de su enfermedad. Empezaron con la enfermedad y nunca han estado bien. Nunca han tenido un período asintomático. Por lo tanto, nunca se puede hablar de que sea postenfermedad, ellos tuvieron la covid y siempre han tenido síntomas de forma persistente. Esto es covid persistente, o fuera de España, 'Long Covid'", destaca el doctor Lorenzo Armenteros.
Los niños también pueden sufrir secuelas a causa de la covid o covid persistente de la misma manera que los adultos. "Incluso los niños tienen unas manifestaciones muy diferentes en el organismo. Aparte de lo que tienen habitual, es frecuente que aparezca un síndrome inflamatorio multisistémico. Se ha detetado en muchos sitios y cada vez se relaciona más con la covid19", comenta al respecto el doctor de la SEMG.
Irene, una menor de 14 años, es un ejemplo de que la covid persistente puede alcanzar a cualquiera. Pasó la enfermedad en septiembre, ahora es negativa, pero los síntomas continúan, e incluso ahora son peores. Va con amigos y se cansa. Le duelen los brazos, tiene calambres, le cuesta respirar.
En la covid persistente existe una manifestación, que es un trastorno cognitivo, en el que el paciente tiene una dificultad de concentración y tiene que volver a aprender ciertas cosas que hacía, pero no llegan a ese extremo tan grave de secuelas de tener que aprender a caminar o hablar (esas secuelas, recuerda el doctor, están más relacionadas con un estadío en la UCI, aunque sean personas jóvenes).
"Estos casos de personas con trastorno cognitivo, los engloban en una patología que se denomina niebla mental (pertenece a covid persistente): lo que antes les costaba muy poco hacer, ahora presenta grandes dificultades. Encontramos traductores, profesores y profesionales con una actividad intelectual alta afectados", comenta el doctor Armenteros.
"La niebla mental era una sintomatología muy clásica en la depresión. Y en estos casos sin tener relación con la depresión, la tienen. Es como si hubieran envejecido de repente 40 años más. Entonces tienen esas deficiencias que podría tener una persona de muchísima más edad", subraya el experto de la SEMG.
Además, otro punto a destacar es que la covid persistente afecta al aspecto físico, psíquico y emocional. Un proceso que dura tanto en el tiempo conlleva "una sintomatología propia de inducir a procesos depresivos o de malestar". En el cuidado del paciente con covid hay que tener en cuenta las manifestaciones emocionales.
No menos importantes son otros síntomas reportados a lo largo del año. Muchas personas de las personas que se contagiaron, meses después, todavía no han recuperado el olfato o el gusto, se cansan en poco tiempo o siguen perdiendo el cabello.
"Pueden darse en pacientes sin patologías previas, de hecho, la mayoría de pacientes con covid persistente son personas jóvenes. Hablamos de una media de 43 años, es gente que la mayoría no tenían una patología previa. Es más, muchos de ellos hacían una vida muy activa: escaladores, montañeros, deportistas habituales, senderistas... Es algo que notan, la actividad ha cambiado y no la tiene de la misma manera", señala al respecto el doctor Armenteros.
"Algo muy característico que siempre dicen es "yo ya no soy el mismo, o misma. Algo ha ocurrido en mí que ya no tengo la misma capacidad". A veces es tan limitante, que no son capaces ni de coger a sus hijos y dan 40 metros y ya se cansan. Una sintomatología muy común es la fatiga intensa", añade el experto.
"Uno de los posibles efectos de la covid es el trastorno del metabolismo del hierro en sí, y de la vitamina B12 y otros complejos vitamínicos, que provocan alteraciones del cabello y la piel. En cuanto a la pérdida del gusto y olfato, son síntomas de la fase aguda que a veces persisten mucho más en el tiempo. Hay pacientes que es necesario hacer una rehabilitacion olfativa", destaca el doctor.
La pérdida de olfato afecta a un 70% de los enfermos y puede convertirse en crónico para el 20%. Cristina, una paciente de covid persistente que ha perdido el sentido del olfato, acude a la consulta de la Unidad del Olfato del Hospital Clínic de Barcelona. Conocimos su historia a mediados de febrero.
Durante las últimas semanas también se han reportado varios casos de erecciones mantenidas a causa de la covid19. Estos casos, según el doctor Armenteros, podrían ayudar a entender mejor lo que es una secuela.
"Hay muy pocos casos descritos, pero han ocurrido. Es lo que se conoce como priapismo isquémico, se produce una vascularización excesiva del pene. Este queda en erección, pero no se reduce, lo que tiene consecuencias en algunos casos tremendamente graves. Puede llegar a provocar una isquemia e incluso llegar a una amputación", comenta el doctor.
"Sería una derivación de la trombosis. Un mecanismo trombogénico que hace que se puedan producir microtrombos en pequeños vasos y que no permitan que el sistema de vascularización haga regresar la sangre para volver a la posición normal. También influiría un mecanismo inflamatorio y un mecanismo de vasocostricción de las arterias que no abren y cierran como un mecanismo natural y se quedan contraídas", añade.
"Estos casos sirven para entender mejor lo que es una secuela: el daño es el tromboembólico, y ese sí que podría ser el daño que quedara persistente, y como consecuencia del tromboembolismo, se ve afectada una parte de nuestro organismo, que podría ser un ojo, una parte cerebral o el corazón. En este caso es el pene", precisa el experto.
Un estudio elaborado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y los colectivos de afectados LONG COVID ACTS señala que el perfil del paciente de covid persistente corresponde al de una mujer de 43 años con más de 185 días padeciendo síntomas, entre un abanico que puede llegar a los 200 entre los que destaca el cansancio, los dolores de cabeza y musculares, la dificultad para respirar o el bajo estado de ánimo.
Es decir, el coronavirus puede dejar en nuestro cuerpo 200 síntomas persistentes tras padecer la enfermedad. "Aparecen nuevos. No se han añadido muchos más, estará en 202 y 205. A medida que hemos conseguido el gran listado, que es muy coincidente con el estudio de California, se van incluyendo más", comenta el doctor Armenteros sobre los nuevos síntomas
"Además del priapismo isquemico se describen alteraciones bucales de la mucosa y linguales, papilitis lingual., edema lingual, estimatitis aftosa, mucositis, glositis con depapilacion en parches, boca urente ( quemante), lengua saburral (comúnmente sucia), alteraciones palmoplantares como descamación, ardor y maculas", añade.
"La lengua covid, por ejemplo, estaría más relacionado como una secuela, pero también es un síntoma. Hablamos de síntoma aquello que se puede recuperar, y las secuelas a veces no se puede recuperar porque la lesión es irremediable", subraya el sanitario.
En España no se pueden contabilizar los casos de covid persistente "porque no existe una codificación específica". "Mucha parte de esta patología esta codificada por el síntoma que persiste más (o bien la cefalea o bien la disnea o cualquier otro síntoma). Pero en la cuesta que realizó la SEMG, o la encuesta que se hizo en California que se hizo en 50 países, hablan de entre un 10 y un 20%", apunta el doctor Armenteros.
"En España, con tres millones y medio de afectados, estaríamos hablando de una cifra muy alta: aproximadamente por encima de 500.000 afectados de covid persistente, que es una cifra muy importante", apostilla.
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha pedido recientemente, junto a numerosas asociaciones médicas, que se reconozca como enfermedad la covid persistente, al igual que se ha hecho con la covid19. Son enfermedades diferentes, denuncian.
"Se ha reconocido como enfermedad profesional la covid, pero no la covid persistente. Hay un intento de que se considere. Desde luego, tanto las asociaciones, como nuestra sociedad, estamos batallando por eso. El NHS ya lo reconoce, la OMS ha dicho que es una entidad propia, el British Medical Journal hizo un artículo específico sobre covid persistente y en determinados países están ya reconociendo", destaca el doctor Lorenzo Armenteros.
"En España, a modo de codificación, en Cataluña ya se codifica al margen, cuando coincide la sintomatología para que se pueda clasificar como covid persistente. Pero es algo que no es extensivo al resto del país y es algo que sí necesitamos. El codificarlo permitiría que tengas la clasificación de la enfermedad como tal y pueda tener una implicación laboral también importante y beneficiosa para los pacientes. También serviría para dimensionar el grado de la enfermedad, porque si codificamos, sabemos cuántos pacientes hay de esta enfermedad y de alguna manera tenerlos controlados. Hay que considerarlo", subraya al respecto.
En la CIE11 (clasificación internacional de enfermedades que hace la OMS) que se publicará en 2022 ya se habla de un nombre, que es poscovid. "No estamos muy de acuerdo porque tendríamos que hablar de covid persistente, pero ese término que contemplan tiene todas las características y describe la enfermedad tal y como es la covid persistente. Ya tendría una entidad propia y una codificación propia", comenta el experto.
"De momento, estamos intentando que la covid persistente se incluya como patología propia en el documento que está actualmente en vigor, la CIE10, y sino, que se incluya en la CIE11 de 2022", detalla.
No hay fármacos específicos para la covid persistente, pero la vacuna podría ser una solución. "Hay fármacos concretos para situaciones concretos y en situaciones específicas. Pero lo que no tenemos es un tratamiento que elimine el virus y directamente la enfermedad. Se están buscando muchos tratamientos, pero son tratamientos para solo un tipo de paciente", explica el doctor Armenteros.
"La vacuna también está siendo muy efectiva, incluso provoca que desaparezcan los síntomas en algún tipo de pacientes. Y esto es un punto importante, si se demuestra más allá de lo que ahora son experiencias personales, que la vacuna puede ser efectiva, no solo tendría un tratamiento profiláctico y preventivo de vacuna, sino que también tendría un tratamiento terapéutico, como un fármaco específico para los enfermos. Hasta ahora la vacuna su misión solo es prevenir la enfermedad, pero de esta manera curaría la enfermedad. Sería un tratamiento terapéutico que cure la covid19, insisto", concluye al respecto el portavoz de la SEMG.
La OMS propone programas de rehabilitación para pacientes de covid persistente, una sugerencia que los sanitarios esperan efectiva. "Sí, estamos a favor. Y a favor de que la rehabilitación sea específica para este tipo de pacientes. No valen en algunos casos la rehabilitación en sentido clásico de patología. Los pacientes de covid persistente tienen unas características que son propias, que se denomina fluctuación: períodos concretos con mucha sintomatología y después estar otros períodos asintomáticos", comenta el doctor Armenteros sobre el proyecto.
"Hay que cuidar mucho el poder darles el cuidado adecuado en el momento que lo precisen. No se pueden hacer planificaciones de rehabilitación como puede ser para una una lesión en una rodilla una vez has pasado la fractura. Debemos estar atentos a los momentos en los que tienen una sintomatología más específica, aplicarles en concreto la rehabilitación más adecuada", concluye al respecto. Es el nuevo drama del coronavirus después de un año, no poder olvidarse de él.