Las vacaciones son el momento más esperado del año para estudiantes y trabajadores, y este año probablemente más todavía que otros. Pero con las escapadas llega el momento que todos odiamos: hacer la maleta. Si eres de meter cincuenta por-si-acasos que no llegarás a ponerte o por el contrario te quedas corto con lo que guardas, te vendrán bien estos consejos para ahorrar espacio sin estresarte ni dejarte nada en casa.
Si empiezas metiendo a lo loco tendrás una maleta con diez pantalones y dos camisetas, es decir, un sinsentido. Coge papel y boli y elabora una lista de los modelitos que tienes pensado ponerte en tu destino, así como la documentación que tienes que llevar, el aseo, etc. Así te evitarás descuidos tontos que luego te lleven a echar en falta algo importante.
No está de más echar un ojo al tiempo que va a hacer. Aunque vayas a Málaga, quién sabe si no hará fresco por la noche justo los días que tú vas.
Una vez tienes claro qué quieres llevarte, ve sacando las prendas, no vaya a ser que tengas que poner una lavadora de última hora. Además así podrás organizarla en montones según lo que tengas pensado ponerte cada día, te hará la vida más fácil a la hora de sacarlo en tu viaje.
Este punto es el más decisivo. Te convendrá tener en cuenta algunos trucos:
Lo primordial es que entre todo. No es lo mismo irse un fin de semana que una semana entera. Para lo segundo necesitarás una maleta más grande y preferiblemente con ruedas, pero para lo primero quizá te baste con una mochila, depende. Otra cosa importante para elegir el formato es dónde vas y dónde te alojas. Si vas a un hotel en tu destino la maleta es buena opción porque te permite meter todo más organizado, pero si vas a un camping en la montaña o a un hostal y vas a estar todo el día de acá para allá, las ruedas son una pésima idea.
Esto especialmente importante cuando vas a coger un vuelo. Si este verano has escogido las Canarias o Baleares para escaparte en verano, recuerda llevar envases individuales de 100 mililitros dentro de una bolsa transparente. Así será mucho más fácil a la hora de pasar el control de seguridad.
Esto no te ayuda a ahorrar espacio pero te ayuda a separar lo sucio de lo limpio en tu viaje. Da igual si es de tela o de plástico, eso sí, cuando metas una prenda intenta que sea lo más compacta posible porque si va echa una bola ocupará más y te costará cerrar la maleta a la vuelta.
Siempre que vamos a un sitio nos compramos algo o traemos para nuestras familias algún souvenir. Sin embargo pocas personas dejan espacio extra para meter esos extras que sumamos a la vuelta. Si llevas la maleta a reventar a la ida, saca algo, o en su defecto coge una maleta más grande.
De nuevo esto cuenta más para un viaje en tren o avión que para un desplazamiento en tu coche. Lleva tu DNI o pasaporte a mano. Es primordial porque si hubiera algún problema con la maleta (por ejemplo te la roban o se pierde), necesitarás identificarte. Además será más cómodo porque te lo pedirán al menos una vez y así no tienes que estar rebuscando. A parte de tu maleta, está bien llevar un bolso pequeño o riñonera para estas cosas.