Sorpresa en el tanatorio: abrió el ataúd para despedirse de su madre y no era ella

  • Hubo una confusión en el momento de rotular los nombres de los fallecidos

Georgina Álvarez falleció en una clínica de Sincelejo, Colombia, después de un paro cardíaco. El cuerpo fue entregado a sus familiares quienes habían planeado despedirla en una ceremonia íntima, por las medidas de confinamiento implementadas durante la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, los familiares se llevaron una terrible sorpresa, cuando una de las hijas quiso abrir el ataúd para mirar a su madre por última vez. Resulta que el cadáver que estaba allí era el de otra persona y no el de Georgina Álvarez. “Encontramos el cuerpo de una persona diferente al de mi madre, en una posición que no era la adecuada. En la Biblia dice que ningún hijo de Dios muere boca abajo”, contó Carlos Sarria, uno de los hijos de la mujer, en conversación con Caracol Tv.

Tras este hallazgo, la familia se preocupó por no tener información del cuerpo de Georgina, así que de inmediato se comunicaron con la Secretaría de Salud Municipal de Sincelejo, que pidió a la clínica un informe para saber cómo fue el proceso de entrega del cuerpo. Así, pudieron saber lo que sucedió y el momento en que ocurrió la equivocación: En el momento de rotular los cuerpos con el nombre de los fallecidos hubo una confusión con otro cadáver que estaba en el mismo lugar. Tras horas de investigación, pudieron dar con el cuerpo de Georgina, quien finalmente pudo recibir cristiana sepultura.

Esta situación no es nueva en Colombia y es que, recientemente, según detalla el medio caribeño, en Barranquilla los familiares de una enfermera aún no han encontrado el cuerpo de la mujer, que falleció en la Clínica del Prado. Un drama que viven otras cuatro familias colombianas, quienes a pesar de los esfuerzos, no han podido dar con los cadáveres de sus seres queridos.