La investigación por la muerte violenta de Álvaro, un joven de 20 años cuyo cuerpo fue hallado en una finca en Ciudad Rodrigo, Salamanca, sigue rodeada de incógnitas. La desaparición, ocurrida el pasado viernes, terminó de forma trágica cuando su padre encontró el cadáver bajo una alpaca de paja. Las autoridades han decretado el secreto de sumario tras la confirmación de que el cuerpo presentaba signos de violencia y laceraciones en el cuello. 'Vamos a ver', ha hablado con Rafael Boyero, entrenador de fútbol de la víctima, quien ha pedido a los medios que traten el caso con seriedad.
"Lo primero es que queremos pedir a todos los medios de comunicación que traten el tema con total rigurosidad, evitando las especulaciones y respetando el dolor de la familia", ha señalado.
Boyero ha descrito a Álvaro como un joven ejemplar y como alguien que tenía muchos amigos: "Era un chico sano, alegre, que se hacía querer mucho. Deportista desde los tres años hasta ahora, entrenaba a chicos también. No tenía enemigos ni problemas con la gente. Es todo muy extraño".
El caso está bajo secreto de sumario y se mantienen abiertas otras posibles hipótesis, debido a que el cuerpo de Álvaro muestra aparentes signos de violencia en el cuello. La investigación está enfocada en determinar quién pudo haberle causado la muerte. El entrenador también ha reflejado el impacto emocional que está causado esta tragedia en el entorno cercano. "Es un golpe; te enteras y es un shock. Ojalá hubiese muchos 'Álvaros' en esta sociedad. Esperamos que haya sido un accidente, sería lo único que podríamos entender. A partir de ahí, lo demás sería inexplicable para todos", ha concluido.
La familia del joven ha solicitado respeto y privacidad mientras continúan las investigaciones, confiando en que la justicia aclare lo ocurrido.