La Guardia Civil denuncia al clan de Valladolid tras recuperar sus gallos: "Tienen la cresta cortada"

El clan de los gallos de Valladolid ha sido denunciado por la Guardia Civil tras una investigación que apunta a maltrato animal y cuatro infracciones a la ley de sanidad. Todo comenzó con el polémico robo de 30 gallos que, tras ser recuperados, mostraban señales de posibles abusos. De estos, diez ejemplares presentaban las crestas cortadas, un procedimiento vinculado habitualmente con la práctica ilegal de peleas de gallos. Esta actividad está prohibida en Castilla y León. En 'Vamos a ver', Alfonso Egea, colaborador del programa, ha informado de las novedades del caso gracias a datos proporcionados por la Guardia Civil. "De todos los gallos recuperados, hay diez a los que les falta la cresta", ha detallado Egea.

Los agentes han devuelto los gallos a sus dueños legítimos, dado que no encontraron pruebas concluyentes de que hubieran sido sustraídos ni de un maltrato evidente. Sin embargo, ahora buscan aclarar en qué condiciones se mantenían los animales antes del robo.

¿Quién cortó las crestas?:

La principal incógnita de la investigación es determinar quién cortó las crestas a los gallos y por qué. Según ha explicado Egea, "se está investigando si esas cicatrices recientes se produjeron antes o después del robo". Las fuerzas de seguridad trabajan en dos posibles hipótesis: que los ladrones amputaran las crestas o que fueran los propietarios quienes lo hicieran previamente.

El colaborador también ha destacado que la Guardia Civil está revisando si existe alguna justificación veterinaria para esta práctica. "En algunos casos, podría justificarse por cuestiones médicas, como tumores u otras necesidades", ha indicado. Sin embargo, Egea ha confirmado que "no han encontrado ningún documento, registro ni veterinario que avale la amputación en los gallos recuperados".

Tras inspeccionar 10 de los 30 gallos robados, los agentes han denunciado a los propietarios por incumplir la normativa sanitaria y por posibles casos de maltrato animal. Aunque la investigación continúa abierta, los responsables podrían enfrentarse a sanciones graves si se confirma el vínculo con las peleas de gallos. La Guardia Civil sigue trabajando para esclarecer las condiciones en que se encontraban los animales y determinar responsabilidades, tanto de los dueños como de los posibles implicados en el robo.