El clan de los gallos de Valladolid, indignados ante la denuncia de la Guardia Civil por maltrato animal: "No tenemos nada que ver con el descreste"

El caso del clan de los gallos robados en Valladolid sigue generando controversia, y en 'Vamos a ver' hemos conocido la versión de los propietarios tras la denuncia por maltrato animal presentada por la Guardia Civil. Los gallos, que tenían las crestas cortadas, son asociados comúnmente a las peleas ilegales, lo que elevó sospechas sobre los criadores.

Los responsables de los animales han defendido su inocencia con rotundidad. "Nosotros no tenemos nada que ver con el descreste", han afirmado, señalando que esta práctica la realiza una persona ajena a su actividad. Según han explicado, un especialista de Andalucía se encargó de llevar a cabo este procedimiento bajo la supervisión de un veterinario autorizado.

"El que tiene que ver con los descrestes es un señor de Andalucía que ya habló con la Guardia Civil de Soria", han declarado, añadiendo que esta persona tiene todos los permisos necesarios para operar legalmente. Han insistido en que su labor se limita únicamente a la cría de los animales. "No sé por qué narices, con todo respeto, nos han denunciado a nosotros. Nosotros solamente criamos. Nada más", han reiterado.

La investigación sigue en marcha

A pesar de las explicaciones, la Guardia Civil continúa investigando el caso para esclarecer si hay algún vínculo entre los propietarios de los gallos y las peleas ilegales. Los propietarios han asegurado que toda la documentación está en regla y han trasladado su confianza en que se resuelva pronto la situación: "Ya tienen todos los papeles ellos y todo el tema", han concluido. La polémica se mantiene mientras los agentes analizan nuevas pistas sobre el robo viral de los gallos en Valladolid.

La denuncia de la Guardia Civil

El clan de los gallos de Valladolid fue denunciado por la Guardia Civil tras una investigación que apuntó a un posible maltrato animal y cuatro infracciones a la ley de sanidad. Todo comenzó con el polémico robo de 30 gallos que, tras ser recuperados, mostraban señales de posibles abusos. De estos, diez ejemplares presentaban las crestas cortadas, un procedimiento vinculado habitualmente con la práctica ilegal de peleas de gallos, actividad prohibida en Castilla y León.

¿Quién cortó las crestas?

La principal incógnita de la investigación es determinar quién cortó las crestas a los gallos y por qué. Según explicó Egea, colaborador del programa, "se está investigando si esas cicatrices recientes se produjeron antes o después del robo". Las fuerzas de seguridad trabajan en dos posibles hipótesis: que los ladrones amputaran las crestas o que fueran los propietarios quienes lo hicieran previamente.

El colaborador también destacó que la Guardia Civil está revisando si existe alguna justificación veterinaria para esta práctica. "En algunos casos, podría justificarse por cuestiones médicas, como tumores u otras necesidades", indicó. Sin embargo, Egea confirmó que "no han encontrado ningún documento, registro ni veterinario que avale la amputación en los gallos recuperados".