Los detectores de humo, claves para evitar 'la muerte dulce': los Bomberos de Cádiz reparten miles de ellos entre los mayores
Los Bomberos de Cádiz reparten detectores de humo para evitar accidentes por mala combustión
Las asociaciones reclaman detectores de incendio, vías de evacuación y uso de productos no combustibles en viviendas
Detectores de humo gratis en los hogares de las personas mayores y dependientes de Cádiz
Con la llegada del frio, aumenta el riesgo de incendios provocados por la mala combustión de estufas y calefactores. Para evitarlo, los bomberos de Cádiz están repartiendo detectores de humo en las casas de personas mayores y vulnerables de toda la provincia.
Los Bomberos de Cádiz ya han repartido 80.000 aparatos para evitar lo que se conoce como la 'muerte dulce'.
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Asociaciones reclaman detectores de incendio
Por otro lado, la Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios (Tecnifuego) han reclamado que tanto viviendas antiguas como nuevas tengan detectores de incendio y vías de evacuación y que se utilicen productos o sistemas de baja propagación o, preferentemente, no combustibles.
Así se ha expresado la organización en un comunicado en el que han manifestado su postura ante el incremento e intensificación de los incendios en los últimos años, tanto en la edificación como en el entorno forestal. En este sentido, desde la asociación han solicitado la modificación de la legislación para que se exija la instalación de detectores de incendio, conectados a un sistema de control, en todas las viviendas, tanto en el parque de nueva construcción como en el ya existente.
Además, han pedido que se creen vías de evacuación, dotadas de todos los medios técnicos necesarios para garantizar su eficacia como son, señalización correcta, puertas estancas al humo, instalaciones de sobrepresión y materiales o sistemas de construcción no combustibles. También han insistido en que los edificios que se encuentran en zonas de interfaz urbano forestal deban estar rodeados de entornos limpios y seguros, accesibles para evacuación y para los servicios de emergencia.
Han solicitado que se utilicen productos o sistemas de baja propagación o, preferentemente, no combustibles para determinadas aplicaciones y situaciones de forma que ralenticen la propagación del incendio y disminuya la emisión de sustancias tóxicas, siempre en función de las características de los edificios y sin afectar el resto de las particularidades solicitadas al elemento. A su vez, han considerado que se debería dotar a las construcciones de barreras que impidan la propagación de fuegos y humos de unos sectores a otros, e incluso a edificios colindantes.
Por último, Tecnifuego ha reclamado que se exija cualificación profesional adecuada a todos los instaladores y mantenedores y que el control de ejecución de obra sea normativo en Protección Contra Incendios.
A juicio de la asociación, la creciente virulencia de los incendios se debe al mal uso en las recargas de baterías de ión litio de los aparatos eléctricos; materiales de construcción pensados para la sostenibilidad pero que no tienen en cuenta la seguridad contra incendios; y pequeñas instalaciones eléctricas que no contemplan los riesgos inherentes. Mientras, en el entorno forestal afectan el cambio climático, el aumento de las temperaturas, y el abandono rural.
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