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Existen pocos ámbitos del día a día que se libren de las perspicacias de los estafadores, y el ámbito del motor y de la conducción tampoco es uno de ellos. Los timos a conductores son algo habitual, desde la estafa con una multa inexistente a la conocida como 'estafa del retrovisor'. Ahora, se ha observado un nuevo timo cada vez más frecuente: la estafa 'del motorista'.
Esta nueva estafa la llevan a cabo dos personas ya que de manera individual el plan no funciona. El 'modus operandi' es sencillo: una primera persona en una moto realiza señas a la víctima para que se acerque a ella, y cuando lo hace, un segundo motorista aparece por detrás y choca contra el coche. En ese momento la primera moto abandona la escena y comienza el intento de estafa.
La persona que ha chocado contra el coche de manera intencional comienza a hacer fotos para dar parte al seguro y pedir una altísima indemnización por 'lesiones'.
Para evitar esta estafa, los expertos recomiendan a los conductores que estén siempre alerta en la carretera, y en caso de sufrir este timo, fotografiar ambos vehículos e intentar identificar a las personas, al igual que avisar de inmediato a la aseguradora de lo ocurrido.
Recientemente, la Jefatura Superior de Policía de La Rioja ha alertado también de la modalidad delictiva de la estafa de la fibra óptica que actualmente está teniendo incidencia "para que toda la ciudadanía, y en especial el colectivo de personas mayores, extremen las precauciones".
En este timo, los delincuentes se hacen pasar por técnicos de compañías de telecomunicaciones, ofreciendo supuestas mejoras o instalaciones de fibra óptica a bajo costo o incluso gratuitas. Para ganarse la confianza de sus víctimas, suelen presentarse con uniformes, credenciales falsas y equipos que aparentan ser profesionales.
La estafa comienza con una persona que se hace pasar por técnico llamando a la puerta. El motivo de su visita es hacer una serie de reparaciones en la fibra óptica debido a la saturación de red. Esto hace que a la víctima le coja por sorpresa la situación ya que no ha sido informada previamente.
El impacto de este tipo de estafa no solo es económico. Las víctimas también se exponen a problemas de seguridad ya que los equipos instalados pueden contener software malicioso o configuraciones que permiten el acceso no autorizado a sus redes personales. Esto abre la puerta a otros delitos, como la suplantación de identidad o el robo de datos personales.
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