La desaparición de Jay Slater en Tenerife sigue siendo todo un enigma cuatro semanas después de que se le viera por última vez en la isla. Un portavoz de la investigación declaró a 'The Sun' que todavía no se ha clasificado al joven británico de 19 años como "desaparecido y temido muerto".
Ocurre mientras el padre de Jay, Warren Slater, pedía a Interpol y a la policía británica que se unieran a la búsqueda de su hijo, mientras los propios familiares buscan en cualquier rincón de la zona de Masca, donde se cree que fue visto nueve horas después de su última aparición confirmada.
La búsqueda oficial fue cancelada, aunque la policía española insiste en que la investigación continúa abierta y seguirán cualquier pista nueva. Aún así, el padre de Slater a instado a las autoridades británicas que necesitaban involucrarse.
“Como familia, necesitamos pedir a las autoridades británicas que nos ayuden. Es un ciudadano británico. Involucren a Interpol", afirmó en unas declaraciones recogidas por The Daily Mail.
La propia familia regresó a las montañas de Masca para iniciar su propia investigación. También han recaudado más de 50.000 libras (60.000 euros) en GoFundMe para financiar una nueva búsqueda privada.
La última aparición confirmada de Slater fue en Masca, poco después de las 8 de la mañana, saliendo del pueblo del noroeste de Tenerife. No obstante, los familiares buscaban el lunes en el pueblo de Santiago del Teide, donde supuestamente fue visto nueve horas después de la desaparición.
Son varias las teorías que rodean el caso, pero muchas de ellas "no están comprobadas y son infundadas". Los investigadores creen que el joven de 19 años podría estar vivo en otra parte de Tenerife, lejos de la zona de búsqueda.
Además, hay al menos tres pistas destacadas después de que una fuente cercana al caso dijera a The Telegraph que el caso sigue "muy abierto "y "se están teniendo en cuenta todos los escenarios".
No obstante, tanto el padre como el tío de Jay dudan de la investigación policial de los últimos días, a la vez que manifiestan su frustración por la falta de avances en la búsqueda. Después de que el operativo diera por terminada la búsqueda el 30 de junio, un nuevo equipo liderado por el excursionista local Juan García, y que incluía al tío de Jay, a su padre y a su hermano Zak, se ha centrado en una zona de un desfiladero antes de explorar cuevas, barrancos y laderas.
Para entender la sucesión de los hechos hay que remontarse al 16 de junio. Aquel día el joven acudía con dos amigos al festival de tres días ‘New Rave Generation’ en Playa de las Américas, que terminaba justo ese domingo.
Fue esa noche de fiesta cuando el británico, de 19 años, acabaría juntándose con dos hombres que, en un principio, se decía que eran desconocidos. Uno de ellos, supuestamente, era ese tal ‘Johnny Vegas’ al que ahora se identifica con Ayub Qassim.
Este último, sin embargo, en declaraciones recogidas por The Sun, ha asegurado que conocía a Jay Slater previamente por otros amigos, asegurando que se llevaban bien y que le vio con vida la última vez que se despidieron.
Del segundo hombre en cuestión, por su parte, nada ha trascendido todavía, más allá de que también prestó declaración y también le dejaron marchar.
Aquella madrugada del 16 al 17 de junio, Jay Slater se había marchado con ellos desde el festival hasta una vivienda de alquiler Airbnb de Masca, localidad al noroeste de Tenerife. Sobre este asunto, el diario británico 'The Sun' recogió que el joven "se quejó de haber perdido la llave de su apartamento, lo que podría explicar por qué decidió quedarse en otro lugar", dijo al medio citado Ayub Qassim.
En ese trayecto, según medios británicos, Jay Slater habría llegado a realizar una publicación en la red social Snapchat en la que supuestamente admitió ante sus amigos que robó un reloj Rolex valorado en 12.000 libras, unos 14.000 euros al cambio, y que quería venderlo; un detalle que arroja todavía más incertidumbre y preocupación al caso.
De acuerdo con Mark Williams-Thomas, –el exdetective que trabajó en el caso de Madeleine McCann y que participa en la búsqueda del joven– , tras varias horas en ese Airbnb de Masca, abandonó la vivienda sintiéndose "asustado", con apenas carga en el móvil y sediento.
A las 7:30 horas publicaría un par de fotos desde el lugar y, según sus indagaciones, fue visto por última vez cuando preguntó en las inmediaciones del alojamiento a qué hora salía la siguiente guagua para poner rumbo a Los Cristianos, la localidad donde se alojaba con sus dos amigos. No obstante, nunca regresaría.
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