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Tras el exitoso rescate de los espeleólogos perdidos en la cueva de Soba, en Cantabria, llega el momento de averiguar si hubo o no negligencia por parte de los senderistas. Ellos no dudaron de que los encontrarían. Ahora el Gobierno de Cantabria, informa Fernando Roca en el vídeo, va a abrir un expediente informativo para decidir quién se hace cargo de los gastos.
Alfonso y Paloma, los dos espeleólogos rescatados en la cueva de Cantabria, se salieron de la ruta planificada. “Nos hemos perdido” en una zona que no estaba bien balizada, admitió al salir el hombre. No obstante, la pareja actuó según el protocolo: al perderse se quedaron en un sitio, sin moverse. Es lo que llaman los expertos establecer un punto caliente.
En cambio, aunque Alfonso y Paloma avisaron de la incursión a sus familias no lo hicieron con la administración. La normativa obliga a informar al Gobierno de Cantabria antes del descenso.
Como nadie avisó al 112 -asegura Mónica Escobedo, Directora General del Seguridad del Gobierno de Cantabria- se establece una tasa fija estipulada para los dispositivos de rescate que superaría los 4.000 euros: 560 por las seis primeras horas, y algo más de 100 por cada hora añadida de búsqueda.
Los espeleólogos estaban en un ramal secundario, que se ciega. Pir eso los rescatistas tuvieron que recorrer cientos de metros de caminos verticales, zonas anegadas y estrechos pasadizos, donde la comunicación se hace prácticamente imposible. “Es sencillamente mediante voces o silbidos”, explica el agente de la Guardia Civil, Pablo Fernández.
Tras un primer informe de los técnicos, se analizará la responsabilidad de estos espeleólogos.
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