A las 12:30 de este martes, mientras un sol justiciero caía sobre Madrid, dos grupos de personas supuestamente vinculadas al movimiento ultra y al mundo del narcotráfico quedaron en encontrarse en una carretera algo apartada. Pretendían resolver unas rencillas entre ellos, pero algo salió mal y volaron las balas. El duelo se saldó con un muerto, Borja Villacís, y un herido grave, Luis, quien supuestamente había tenido enfrentamientos previos con los sospechosos.
La policía tiene claro que Ismael el Idrissi ayudó a escapar de Madrid a Kevin Pastor y comprueba si su ADN está en el vehículo BMW con el que se cometió el asesinato de Borja Villacís. Kevin presuntamente es autor material de los disparos y su madre María José conducía.
Pero, según fuentes de la investigación, el segundo autor material no está identificado. En la escena hay munición que demuestra que se dispararon dos armas largas diferentes y un revolver. La primera bala que quedó incrustada en el vehículo de Borja en la emboscada.
También están declarando en policía otros testigos que iban en otros dos vehículos detrás del tiroteado. Todos ellos conocidos por su pertenencia a grupos nazis muy violentos. Uno de ellos llevó al conductor del coche de Borja Villacís al hospital y es precisamente el herido el que ha contado que iban a mediar entre Kevin y otro nazi. Una versión que la policía no cree y sigue indagando en una deuda por sus negocios de narcotráfico. Borja Villacís llevaba encima 6.000 euros encima que no se llevaron.
La disputa fatal podría estar relacionada con temas de drogas o con una denuncia que Luis había interpuesto contra uno de los detenidos, Kevin, el supuesto autor material del tiroteo, según EFE. La hipótesis del ajuste de cuentas, vistos los antecedentes de los implicados, cobraba sentido. Borja, Luis y Kevin tienen vínculos con el movimiento ultra y se conocían del mundillo. La víctima mortal, en concreto, estaba ligada a los Ultras Sur -los radicales ultraderechistas del Real Madrid- y estaba siendo investigada por la Audiencia Nacional en una causa de narcotráfico.
Sin embargo, avanzadas las pesquisas, surgió la posibilidad de que todo fuese fruto de un encuentro pactado, según fuentes de la investigación. Fuentes del entorno de la víctima refuerzan esta idea y señalan a EFE que Borja acudió al encuentro, en la carretera M-612, distrito de Fuencarral-El Pardo, como testigo y para asegurarse de que nadie empleaban armas.
Luis había quedado con Kevin para resolver unas rencillas pendientes, motivo por el que llevaban tiempo intercambiándose mensajes en los que se amenazaban de muerte. Lejos del móvil relacionado con las drogas y la citada denuncia, desde el entorno de Borja no descartan que todo tuviese que ver con una pelea por una mujer. De cualquier modo, cuando Luis y Borja vieron que su rival no estaba solo y que iban armados dieron media vuelta y trataron de huir a bordo de su coche.
Los asaltantes les alcanzaron a la altura del kilómetro seis de la citada carretera, les cortaron el paso, les dispararon a bocajarro -al parecer con una escopeta de caza- y pisaron el acelerador para desaparecer. Borja recibió la mayor parte y quedó tirado en una cuneta con heridas en la cabeza y en el pecho, mientras que Luis fue trasladado hasta la Fundación Jiménez Díaz, donde ingresó grave.
Al parecer lo auxiliaron unos amigos suyos que se habían quedado en la retaguardia a bordo de otro vehículo. La Policía investiga la posibilidad de que ese tercer coche estuviese presente en el tiroteo.
Las pesquisas siguen abiertas y los agentes tratan de resolver la secuencia que llevó a la muerte al hermano de la exvicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís, para lo que será clave el testimonio de los testigos y de los propios implicados, además del análisis de los coches que tanto unos como otros conducían en el momento del crimen.
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