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Polémica en Agaete, municipio de la provincia de Las Palmas, en la isla de Gran Canaria. Un policía local que fue condenado por violencia machista hace dos años iba a optar a convertirse en jefe del cuerpo. Sin embargo, el Ayuntamiento de la localidad, que no lo había expedientado -por lo que podía optar a la plaza-, ha anunciado este martes en un comunicado que aparta cautelarmente del ejercicio de sus funciones al agente.
Así lo ha explicado en Informativos Telecinco Rita Déniz. El policía local estaba ejerciendo hasta esta misma jornada. Según una sentencia de junio de 2022, a la cual ha tenido acceso este equipo de Informativos, al agente se le impuso una orden de alejamiento de su expareja por acoso y también tenía una pulsa de control de Viogen que tendrá hasta este mes de mayo. En principio, el Ayuntamiento ha asegurado que los hechos se produjeron cuando había otro grupo de gobierno.
Esto es lo que indica el comunicado del Ayuntamiento de Agaete:
"El grupo de Gobierno del Ayuntamiento de la Villa de Agaete quiere manifestar ante la información aparecida en diversos medios de comunicación sobre la condena hace dos años al jefe accidental de la Policía Local del municipio, que a día de hoy no hay constancia en el Ayuntamiento de ningún expediente relacionado con el caso en cuestión. Por esta razón y una vez conocidos los hechos, desde alcaldía se ha dictado una providencia para abrir un expediente informativo y tomar las acciones que procedan. Además, como medida cautelar se le ha apartado del puesto de jefe accidental".
La corporación municipal afirma que no consta que el órgano judicial notificara ni requiriese al Ayuntamiento que aplicara ninguna medida que impida su desarrollo: "Ni el actual alcalde ni ninguno de los actuales concejales y concejalas del grupo de Gobierno tenían conocimiento de esta sentencia, tal y cómo se ha insinuado en algún medio de comunicación. En cualquier caso, el Ayuntamiento de Agaete manifiesta su firme compromiso en la lucha contra cualquier tipo de acoso o violencia física o psicológica, más aún si ésta va dirigida a la mujer".
El agente fue condenado por "infundir terror" a la víctima, a la que persiguió y vigiló en las inmediaciones de su vivienda, además de amedrentar entrando en él. El policía reconoció los hechos, alcanzó un acuerdo con el fiscal y rebajó un tercio su condena por un delito de acoso en el entorno familiar, un tipo de violencia machista.
La sentencia del Juzgado de Violencia sobre la Mujer N. 1 de Las Palmas de Gran Canaria considera como hechos probados que "el encausado, con el propósito de mantener contacto con la víctima y en contra de la voluntad de ésta, buscó su cercanía poniéndose en contacto con ella de forma reiterada, llamándola a su trabajo, personándose delante del portal de la vivienda para vigilarla, además de seguirla". Él se mostró conforme. Pasó 40 días con servicios a la comunidad y lleva dos años cumpliendo condena por sentencia firme, con la orden de alejamiento citada anteriormente -mínimo 500 metros-.
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