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Los sobres de kétchup, mayonesa y otras salsas, así como las minidosis de champú y cremas estarán prohibidos desde 2030. Una nueva normativa de la Unión Europea prevé la desaparición de los envases de un solo uso, un paso más a favor del planeta y contra los residuos contaminantes.
Las investigaciones han revelado que los plásticos de un solo uso está convirtiendo el planeta en un basurero. Una nueva normativa, aprobada la pasada semana por el Parlamento Europeo pondrá fin a estos envases de usar y tirar para 2030 en supermercados, restaurantes u hoteles españoles.
Los locales que comercialicen y vendan comida deberán permitir que los clientes rellenen su propia taza de café para llevar o les sirvan en sus propios envases.
La normativa, aprobada el pasado 24 de abril, busca “hacer frente al constante aumento de los residuos, armonizar las normas del mercado interior e impulsar la economía circular”. La iniciativa fue acordada con 476 votos a favor, 129 en contra y 24 abstenciones.
Las previsiones son que de aquí a 2030 se reducirán un 5% los envases de plástico, llegando al 15% para el año 2040. Las restricciones se implementarán progresivamente, primero a ciertos envases de este material que no tengan más de un uso.
Entre ellos figuran los envases de frutas y verduras frescas sin procesar, los de alimentos y bebidas que se sirven y consumen en cafeterías y restaurantes, los de porciones individuales, entre ellos los aliños, condimentos, salsas, azucarillos, etc, así como los envases pequeños de productos de higiene personal y las bolsas de plástico más ligeras (de menos de quince micrómetros).
Desde el 1 de enero de 2030, la normativa entrará en vigor, aunque habrá un tiempo para que empresas y otros se adapten a las restricciones..
Para artículos como los envases de bebidas alcohólicas y no alcohólicas (excepto, los de leche, vino, vino, licores), los envases para transporte y venta, así como los envases colectivos, la UE concederá una excepción de cinco años con determinadas condiciones.
Datos del Eurostat revelan que entre 2009 y 2020 el volumen total creció un 20%. En 2021 los envases generaron 84 millones de toneladas de basura (el 20% de plástico). Unos 180 kg por persona y año, sobre los que la regulación pretende evitar que siga creciendo.
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