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Se cumple el tercer día de luto por el crimen de Castro Urdiales, el homicidio de una madre a manos presuntamente de sus dos hijos menores. Los dos niños están a cargo de los Servicios Sociales. El mayor, ha sido internado en régimen cerrado y ha pedido ver a su hermano. Su abogado pedirá que se autoricen visitas o conversaciones telefónicas.
Por su parte, el pequeño está en un centro de protección de menores y ha pedido permiso para acudir mañana domingo a misa.
En estos momentos, la investigación se centra en averiguar qué pudo pasar y si las acusaciones de malos tratos del hijo mayor son ciertas. Él ha asegurado ante el fiscal que los maltrataban física y psicológicamente desde hace años.
El mayor de 15 años ante la Fiscalía habló de malos tratos, psíquicos y físicos. Pero nadie detectó nada en su entorno. Los vecinos hablaron de un ambiente conflictivo en la casa aunque la familia niega malos tratos. Sin embargo, sí que admiten que a los niños se les exigía disciplina.
El más pequeño está en un centro de acogida. Es inimputable y será su padre adoptivo quien decida, como tutor legal, si regresa con él a casa.
Mientras se evalúa al mayor con un informe psicosocial, la Fiscalía analiza la frialdad de ambos ya que manipularon y limpiaron la escena del crimen.
La fiscal puede pedir a los forenses un informe de credibilidad y el abogado de la defensa deberá demostrar esos presuntos malos tratos, algo que el juez podría tenerlo en cuenta a la hora de fijar los años de internamiento.
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