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En Pensilvania, al noreste de Estado Unidos, seis personas, entre ellos niños, siguen en paradero desconocido después de que un gran incendio arrasara una vivienda.
Los investigadores han comunicado que, en torno a este incendio, hay un hecho extraño que están investigando. Al parecer, nada más acudir a la vivienda donde se estaba produciendo el incendio los agentes recibieron disparos que provenían desde dentro de la casa, que se encontraba en llamas. Las autoridades por el momento no han podido entrar en la residencia.
En la rueda de prensa ofrecida a los medios de comunicación por parte del fiscal de distrito del condado de Delaware, Jack Stollsteimer, ha informado que el gran temor de los agentes es que haya varias personas que hayan muerto dentro de la vivienda.
Aproximadamente a las 15:45 de la tarde hora local de este miércoles (20:45 GMT) los agentes acudieron a una llamada de emergencia que alertaba sobre una niña de 11 años que pudo haber sido tiroteada en una vivienda de esta localidad, de poco más de 2.500 habitantes, y al llegar las autoridades, un hombre armado abrió fuego contra ellos.
Tras el tiroteo, los agentes tuvieron que ser socorridos por otros dos compañeros que los llevaron a un lugar seguro, y posteriormente al hospital, mientras la vivienda en la que se encontraba el tirador comenzó a arder.
Miembros del cuerpo de bomberos local tardaron en combatir las llamas ya que el francotirador continuaba disparando. No obstante, el incendio quedó controlado en torno a las 18:00 hora local con la ayuda de los propios bomberos y un equipo de élite SWAT.
"Sabemos que hay al menos entre seis y ocho personas de esa familia en paradero desconocido. Tememos que estuvieran dentro de la casa cuando se incendió", comunicaba Stollsteimer en rueda de prensa.
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