{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
La calefacción de los coches es un componente esencial para maximizar el confort de sus ocupantes durante los meses fríos. Sin embargo, a menudo los conductores se encuentran con una situación común pero desconcertante: la calefacción expulsa aire frío en lugar de caliente. Por supuesto, esto no ocurre porque sí, sino que hay razones que explican este fenómeno, y además hay soluciones prácticas.
Normalmente, tras encender el vehículo, es necesario esperar unos minutos antes de activar la calefacción. Esto se debe a que el motor necesita tiempo para calentarse y generar el calor necesario para la calefacción. Si se activa la calefacción inmediatamente después de arrancar el vehículo, el aire que llega al interior del vehículo será frío, ya que proviene directamente del exterior, dado que aún no ha podido ser calentado por el motor.
Otra opción es que el termostato presente un fallo. Este elemento es una válvula que controla el flujo de líquido refrigerante. Si esta válvula falla, quedándose abierta o cerrada, el líquido no circula correctamente, lo que impide que el sistema de calefacción funcione correctamente por lo que podría evitar que enfriase o calentase nuestro coche..
Otra alternativa es que la bomba de agua eléctrica esté estropeada. Esta es la responsable de mover el líquido refrigerante por el vehículo. Si no funcionase correctamente, el líquido no llegaría al circuito, afectando tanto la calefacción como el propio motor.
Una tercera opción sería una obstrucción en los manguitos o las electro-válvulas. Estos componentes forman parte del circuito del líquido refrigerante. Si se obstruyen, impiden el flujo adecuado y libre del líquido, impidiendo así que el aire caliente alcance el interior del vehículo.
Finalmente, la última alternativa probable es que el motor este estropeado. Si el mecanismo propulsor de nuestro coche no alcanza la temperatura necesaria, no podrá transferir el calor excedente al habitáculo. Esto puede deberse a varios factores, incluyendo problemas con el nivel de anticongelante o fallos internos del motor, pero ese ya es otro asunto más serio.
La más obvia es tener paciencia. Antes de activar la calefacción, es recomendable dar un tiempo y permitir que el motor alcance su temperatura óptima. Esto normalmente toma unos minutos después de arrancar nuestro coche. Si es el radiador el que tiene problemas, la única alternativa sería llevar el vehículo al taller para una reparación o reemplazo del radiado, dejando así la solución en manos de profesionales..
Si hay elementos como el termostato, la bomba de agua o los manguitos que no funcionan correctamente, tienen que ser reemplazados para que la calefacción vuelva a funcionar. Esto puede requerir de asistencia profesional, aunque depende de la complejidad de la reparación y de nuestras propias habilidades como mecánicos.
Finalmente, si el problema viene del motor, que no alcanza la temperatura adecuada, una revisión del nivel de anticongelante y una inspección mecánica son necesarias para identificar y solucionar el problema.
El problema de que la calefacción expulse aire frío en un coche puede deberse a diversas causas, desde el tiempo de calentamiento del motor hasta fallos en componentes específicos como el termostato o la bomba de agua. Identificar la causa exacta y solucionarla adecuadamente garantizará un funcionamiento óptimo de la calefacción del vehículo, proporcionando confort y seguridad durante los viajes en climas fríos.