Si hay un joven que ha tenido que sortear todo tipo de dificultades, ese es Gari Habibou. Llegó a Canarias en patera y, durante la travesía, sufrió una herida en la pierna que tuvieron que amputarle. Lejos de venirse abajo, echó mano de una fuerza de voluntad envidiable. Ahora es uno más en su equipo de baloncesto en Tenerife.
Más poderoso que el miedo fue su deseo de llegar hasta Europa: "Prefiero morir en el mar a en una patera. Ahora he olvidado todo, estoy contento y disfrutando del día a día", indica el joven maliense de 26 años. Gracias a una prótesis aprendió de nuevo a caminar tras la amputación de una pierna. Pero cada cada día, al llegar al pabellón la silla de ruedas le sirve para experimentar la plenitud del trabajo en equipo: "Yo me imagino que ellos son como mis hermanos".
Sobre Gari valoran las capacidades y la actitud: "Tiene mucha fuerza de voluntad, aprende rápido". "Se relaciona muy bien con todos y le queremos mucho". Gari tiene una risa constante y contagiosa. Ahora busca empleo: "Estaba trabajando, pero mi contrato ha finalizado".
El joven entrena duro para seguir mejorando. Debutó en la Primera División el pasado noviembre, cuando su equipo, el Adein Tenerife, se enfrentó en el Pabellón Sergio Rodríguez de Santa Cruz contra el Salto Bera Bera de San Sebastián. Un hito nuevo en la historia de un hombre humilde dispuesto siempre a superarse: "Gracias a toda España".
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