El cruel y brutal asesinato de Jordi, el niño de 11 años al que mató su propio padre, continúa sacudiendo a la localidad valenciana de Sueca. En abril de 2022, este pequeño que acababa de cumplir años se convirtió en la primera víctima mortal dela violencia vicaria en España en 2022. Tras haber pasado un año y ocho meses después de este despiadado crimen, el periódico 'Levante' ha tenido acceso a la calificación fiscal provisional que se realizó a partir del atestado de la Guardia Civil y de la declaración de los testigos.
Gracias a estos informes se ha podido conocer que la madre del niño pudo escuchar el grito de su hijo antes de que su expareja lo asesinase propinándole 24 puñaladas.
A través de una llamada de teléfono, Jordi, que acaba de cumplir 11 años y estaba celebrándolo junto a su padre, le pidió ayuda a su madre. Antes, el niño le mandó una serie de mensajes a la madre pidiéndole por favor que fuese a recogerle. Tras enviarlos, Jordi llamó a su madre. Llamada que la progenitora descolgó y en la que escuchó el grito desesperado de su hijo: "¡Mamá!".
Justo después, la llamada se cortó y la madre no pudo volver a hablar nunca más con el pequeño. Completamente asustada y conduciendo a toda velocidad hasta la casa de su expareja, la madre de Jordi llamó a su exsuegra y le pidió que se acercase a casa de su hijo ya que sospechaba que algo malo estaba pasando.
Tanto la abuela como la madre pidieron a gritos al padre de Jordi que abriese la puerta. Al ver que nadie respondía a los gritos y a las suplicas, la madre de Jordi llamó a la Guardia Civil que se presentó en la vivienda de Sueca y encontró la terrible escena: el cadáver del pequeño de 11 años lleno de puñaladas y a su padre completamente impasible.
El padre de Jordi, que tenía una orden de alejamiento de su exmujer por malos tratos, no mostró ningún arrepentimiento por el brutal crimen, y además quiso justificarse y llegó a señalar directamente a la madre del menor: "Si hubiera vuelto a mi lado esto no habría pasado".
Así, lejos de arrepentirse, el padre del menor, que ya había amenazado con matar a su hijo, señalaba con desprecio a su pareja, culpándola de haberse querido divorciar de él.
Ahora, el hombre se enfrenta a la prisión permanente revisable por haber matado a su hijo propinándole 24 puñaladas. Además, está investigado en una causa abierta por un delito de asesinato en relación al menor y por los delitos de quebrantamiento continuado de condena, maltrato y maltrato psicológico en relación a su expareja, sin perjuicio de ulterior calificación, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
Los cónyuges iniciaron en julio y ratificaron en septiembre un proceso de divorcio de mutuo acuerdo que contemplaba un régimen de custodia compartida respecto de su único hijo, pero en agosto el padre fue condenado por maltratar a la madre, lo que debería haber suspendido dicho régimen de visitas.
Una 'desconexión' informática no avisó al juez de familia de la condena por violencia de género y la orden de alejamiento que tenía el presunto parricida sobre la madre.
El presunto parricida tenía una sentencia por maltrato por la que no podía ver a su hijo por sentencia judicial, pero al no estar incluida en la sentencia del divorcio, el padre seguía teniendo el mismo régimen de visitas y podía pasar tiempo con su hijo. Nadie avisó al juzgado de la nueva sentencia y la familia de la madre negó que sintieran que era un peligro para el niño o le hubiera amenazado con anterioridad.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.