El juicio con tribunal popular contra el presunto parricida de Brihuega, acusado de matar a sus padres el 9 de mayo de 2022 en esta localidad alcarreña, ha arrancado este miércoles con la presentación de las calificaciones de las partes y la declaración de acusado, A.C.S., de 31 años, quien ha reconocido que mató a sus progenitores pero que no sabe qué es lo que le pasó porque vio a su padre "como si fuese un monstruo" y entonces le atacó, y luego a su madre como "un ángel endemoniado".
El acusado, que se enfrenta a dos delitos de asesinato por los que el Fiscal pide una pena de 16 años por cada uno frente a los 25 años que pide la Acusación Particular, ha admitido en su declaración que esa jornada había discutido "brevemente" con sus padres y que llevaba tres días sin dormir, así como que el día antes, domingo, había consumido cocaína, aproximadamente un gramo y medio, un gramo más de lo que dijo haber consumido en su declaración primera tras los hechos.
Según el escrito de la Fiscalía, ese 9 de mayo, el acusado, que residía en la misma finca familiar que sus padres aunque en una vivienda contigua, se dirigió a la casa de sus progenitores, que dormían la siesta y les mató, unos hechos que no se discuten pero si cómo se desarrollaron y eso será lo que el jurado tendrá que valorar.
Así, en este juicio el jurado no tendrá que dirimir sobre los hechos en sí, que son admitidos por él mismo, sino sobre si en este doble crimen en el mató a sus padres con un cuchillo, el supuesto autor actuó sabiendo lo que hacía o si lo hizo bajo los efectos de las drogas y la medicación que tomaba por diversas patologías psiquiátricas y si hubo colaboración en la investigación o no por parte del mismo.
Así, en su declaración en el primer día del juicio, A.C.S. ha tenido ciertas contradicciones con respecto a lo manifestado tras los asesinatos. "Yo quería a mi madre mucho. No lo hice ni por codicia ni por venganza ni por rencor. Están diciendo cosas que no son reales. Cada vez que veo a mis tías se me cae el alma", ha recalcado con voz entrecortada y esposado tras escuchar la intervención de la Acusación Particular que representa a su hermana e hija de los fallecidos.
En todo caso, en la Sala, A.C.S. ha admitido también que tras perpetrar estas muertes simuló un robo pero que lo hizo porque "tenía miedo". De hecho, eso fue lo que dijo a su padrino nada más matar a los padres. "No tenía cojones o valor a decirle que había matado a papá y mamá", ha añadido subrayado.
Según ha dicho, ese día le entró hambre y fue a casa, cogió un cuchillo para cortar queso y vio a su padre como si fuera un monstruo y a su madre un ángel endemoniado y "pasó lo que pasó". "Yo estaba en estado de 'shock'", ha señalado el acusado tras declarar que en la convivencia con ellos "no había demasiado conflicto" y que si bien discutía algo, era con su madre por el tabaco y el dinero. "Yo necesitaba tabaco". "Mi padre pasaba, le daba igual, quería vivir su vida, mi madre si me cuidaba", ha remarcado a preguntas de su Defensa.
Para la Fiscalía, el hecho de que el acusado tras cometer los crímenes metiera el cuchillo en el lavavajillas denota que lo tenía previsto, y aunque no niega que sufriera trastornos psiquiátricos y que actuara bajo la influencia leve de drogas, a su juicio, no le afectaron a su comportamiento. Además, acabó con su vida cuando estos estaban desvalidos y privados de defensa porque estaban en la siesta.
Sobre el hecho de que llevara guantes, hoy ha modificado la versión y ha señalado que venía de recoger tomates y también ha calificado de una "bomba de relojería" la medicación que a veces se tomaba para sus brotes pese a que la tenía pautada.
La Defensa, por su parte, plantea como atenuantes para conseguir una rebaja de la pena su colaboración en la investigación y confesión, su trastorno psiquiátrico, además del consumo de sustancias. Según la letrada que le representa, el estaba en pleno brote psicótico cuando ocurrieron los hechos. También cree que es un hecho probado que días antes de este doble crimen le echaron de una institución privada porque no se hacían con él ni con su adición ni con su bipolaridad.
Para la Acusación Particular, el investigado decidió acabar con la vida de sus padres estando en plenas facultades. "Diseño y deseaba la muerte de ellos y planeó el asesinato", poniéndose incluso guantes para no dejar huellas y simulando un robo. "Era plenamente consciente; lo planificó y su deseo era matar a sus padres".
Para este jueves están previstas las declaraciones de los primeros testigos, a las que darán pasado días después los informes de los peritos, especialistas en determinadas materias y la prueba documental.