La mujer que fue secuestrada y encadenada al cuello en Miranda de Ebro no pide protección: el acusado está en libertad

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Miranda de Ebro, en funciones de guardia, ha acordado la libertad provisional del detenido por golpear y encadenar en su domicilio a una mujer, aunque con la obligación de comparecer cuantas veces sea requerido, bajo el apercibimiento de modificar su situación personal y determinar su ingreso en prisión provisional en caso de no concurrir al llamamiento judicial. La víctima, ha contado, que escapó en un descuido del acusado.

El hombre está siendo investigado por detención ilegal, sin perjuicio de que la calificación pueda variar conforme avance la investigación.

Por la fecha en que ocurrieron los hechos investigados, el Juzgado nº 2 de Miranda se inhibirá al Juzgado nº 1, que se encargará de realizar la instrucción, llevar a cabo las diligencias oportunas para esclarecer lo ocurrido, tomar declaración al investigado y a la mujer, y adoptar en su caso posibles medidas cautelares.

Pese a todo, la mujer no ha solicitado medidas de protección, mientras que Fiscalía no ha interesado la prisión provisional, según la información del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León recogida por Europa Press.

Desde el Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro se alertó este lunes de quese había personado una mujer de mediana edad, la cual presentaba lesiones en la cara y se encontraba maniatada con una cadena de manos a cuello.

El hombre se ofreció a llevarla a su casa en Miranda de Ebro

Las primeras manifestaciones de la víctima apuntaban a la autoría por parte de un hombre que se habría ofrecido a realizarle el favor de acercarle desde el Hospital, donde la mujer se encontraba al cuidado de una amiga, hasta el centro de la localidad de Miranda en su vehículo.

Una vez que se hubo ganado la confianza de la víctima y con la excusa de recoger unos efectos de su domicilio, la víctima accedió a acompañarle al interior de la vivienda. En este momento, comenzó a golpear en la cara a la víctima que perdió la consciencia.

Tras recuperar el sentido, la víctima se encontró con una cuerda a la altura del cuello y al presunto autor de los hechos tratando de asfixiarla, mientras prosiguía con los golpeas en la cara y los insultos. Para impedir cualquier defensa por parte la víctima, el detenido añadió al primer amarre una cadena con la que ataba las manos de un extremo y el cuello del otro.

Según las manifestaciones de la víctima a los agentes, en un momento en el que quedó sin la vigilancia del agresor aprovechó para huir de la casa. Se refugió primero en la casa de unos familiares que le acercaron hasta el Hospital de Miranda de Ebro desde donde se alertó a los servicios policiales y procedieron a su atención médica.

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