El hecho de que volar en avión se haya convertido en un modo de transporte cada vez más habitual puede ser la causa de que muchos de los protocolos que se han de realizar antes, durante y después del vuelo terminen pasando inadvertidos para los miles de pasajeros que cada día se montan en un avión. Sin embargo, no son pocas las acciones que tanto la tripulación como el pasaje deben llevar a cabo con el objetivo de mejorar las medidas de seguridad. Y una de ellas es subir y bajar las ventanillas tanto en el despegue como en el aterrizaje.
Esta es una pregunta que muchos pasajeros se hacen cuando están sentados en sus asientos y el avión se dispone a despegar. ¿Por qué hay que subir la ventanilla si es de noche o molesta tanto la luz del sol? Y claro está, no es sencillo encontrar una respuesta coherente.
Sin embargo, sí que la hay y está relacionada con la seguridad del vuelo y con la labor de los propios pasajeros. De hecho, tanto la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) como la Organización de Aviación Civil Internacional recomiendan esta práctica en el momento de despegar y cuando el avión se aproxima a su destino para aterrizar.
Esta recomendación es casi una ley para las aerolíneas, que se encargan de recordar a los pasajeros que deben mantener abiertas las ventanillas en el despegue y el aterrizaje. El motivo de esta medida es la vista que ofrece a los propios viajeros, aportando numerosos ángulos de visión a todos los que ocupan la cabina en caso de que se produzca un problema en las alas, los motores o el fuselaje. De este modo, si una persona observa algo extraño por su ventanilla, podrá avisar a la tripulación para que informe al piloto de lo que está ocurriendo y que este tenga más tiempo para reaccionar ante cualquier imprevisto.
El hecho de que solo haya que tener las ventanillas subidas en el momento de levantar el vuelo y tomar tierra se debe a que son las partes más peligrosas de un viaje. No en vano, es entonces cuando se producen la mayor parte de los accidentes aéreos. El resto del tiempo, los pasajeros que están junto a ellas pueden cerrarlas en caso de que así lo deseen o se lo pida algún otro viajero.
Por otro lado, en caso de que se produzca un contratiempo en el que los equipos de rescate hayan de actuar, las ventanillas subidas les ayudarán a evaluar mejor la situación de lo que ocurre en el interior.