La desaparición de Lorena de Rafael Cintas, la joven de 28 años a la que se le perdió el rastro el pasado 26 de octubre en el municipio de Arévalo, en la provincia de Ávila, genera mucha preocupación. La asociación SOS Desaparecidos y el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES) mantienen una alerta de búsqueda activa para tratar de dar con ella a través de la colaboración ciudadana, mientras que la Policía Nacional y la Guardia Civil han abierto una investigación. "Su vida corre peligro".
Lorena, madre de cuatro hijos, lleva 14 años luchando contra el Síndrome de Münchausen, la forma más grave del trastorno facticio, una enfermedad que obliga a una persona a simular síntomas físicos o psicológicos sin un incentivo externo evidente (la motivación de esta conducta es asumir el papel de enfermo). En los últimos años ha llegado a estar 300 veces ingresada en la UCI fingiendo todo tipo de patologías, incluyendo ataques epilépticos, y ha buscado la forma de que le induzcan al coma.
El cartel de búsqueda de SOS Desaparecidos para tratar de localizar a Lorena:
Su familia, tras una larga batalla, consiguió una orden de internamiento forzoso en un centro especializado en problemas de salud mental de Arévalo, pero los esfuerzos se truncaron hace 12 días, cuando se le perdió la pista. Inés, la madre de Lorena, que convive y se encarga de sus hijos desde que se los retiraron por la enfermedad, se ha visto abrumada por la desaparición de la joven. "Necesitamos que la localicen cuanto antes. Me preocupa mucho, porque le puede pasar cualquier cosa y ninguna buena", explica a Informativos Telecinco.
Inés asegura que los problemas de su hija vienen de lejos y no entiende cómo ha podido desaparecer. Según la madre, habló con Lorena el mismo 26 de octubre horas antes de perderse su rastro, cuando le pasó un bizum "para comprar un abrigo unas zapatillas". Sin embargo, a las horas le llamaron del centro de Arévalo en el que estaba siendo tratada comunicándole lo ocurrido: la joven salió a través de un pase y no regresó, algo que ya había ocurrido en anteriores ocasiones, pero no en una situación tan grave: "Ya se había ido en otras ocasiones y está reflejado en su historial, pero parece ser que no se lo han leído. Las instituciones públicas no han hecho nada en estos años y nos han hecho llegar hasta aquí".
Inés asegura que la medidas adoptadas con su hija en la actualidad eran insuficientes y cree que se han cometido muchos fallos en su atención: "Lorena, en un estado vulnerable, no podía utilizar su patrimonio ni recoger la medicación en la farmacia. En esa situación, le han dado una tablet con redes sociales, una puerta a que pueda planificar su huida. Además, solamente la vigilaba un monitor. No se ha trabajado bien, está clarísimo, pero como tantas otras veces y con las consecuencias que acarrea, que siempre son graves".
La joven, según su círculo más cercano, tiene una "gran habilidad para manipular" debido a su enfermedad, además de que es "tremendamente inteligente". Al haber desaparecido, la principal hipótesis es que escapara voluntariamente y que esté cambiando de fisionomía y aspecto con la ayuda de alguien, algo que complica su localización. Las características que más ayudan son su altura y su peso actual.
Inés cree que Lorena puede encontrarse en puntos que conoce a la perfección, como Madrid, Valencia o Castellón. Pero no descarta que haya podido huir al extranjero (tuvo tiempo hasta que se activó el protocolo). Lo que preocupa es que le haya podido ocurrir algo grave, ya que ha mantenido "amistades que pueden resultar peligrosas". Por ahora está a la espera de recibir noticias de las autoridades, que investigan los hechos desde que interpuso una denuncia. La progenitora lamenta que el centro que trataba a su hija no haya vuelto a contactar con ella para colaborar en la búsqueda. El escenario es alarmante: "Seguimos en la misma situación 12 días después". Y es que la enfermedad contra la que lucha la joven le ha llevado a circunstancias muy delicadas, incluso a afrontar embarazos muy conflictivos, entre otros problemas. Su madre solo quiere recibir "una señal" para saber que se encuentra bien.
La última vez que vieron a Lorena fue cerca de la clínica Mentalia Salud de Arévalo, en la calle de la Encina. Según la descripción facilitada por SOS Desaparecidos, la joven, con 1,60 de estatura y 90 kilos, tiene el pelo largo y rubio y los ojos verdes. "Necesita medicación", agregan. Se ruega a la población que, de contar con información relevante sobre un caso de desaparición, se pongan en contacto con las autoridades a través del 112. También se puede contactar directamente con SOS Desaparecidos en los teléfonos 649 952 957 o 617 126 909. La colaboración y la ayuda ciudadana puede resultar clave en numerosos casos.
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