La Policía Municipal de Madrid ha rescatado a un anciana de una casa en la que vivía en lamentables condiciones higiénico-sanitarias e investigan a su hija y a la pareja de esta por abandonarla allí, ha informado este jueves el Cuerpo Local en un comunicado.
La investigación comenzó tras el aviso del geriátrico en la que residía la octogenaria. Antes del verano su hija se la llevó un día y no la devolvió al centro, sin ningún tipo de aviso. Entonces, los agentes de la Comisaría de Apoyo y Protección a la Mujer, Menor y Mayor comenzaron a investigar dónde pudiera estar la mujer, sospechando que podría encontrarse en malas condiciones en una vivienda familiar del barrio de Delicias.
Una vez en este domicilio, la hija de la anciana se negó a abrirles y manifestó a los policías que su madre se encontraba bien. Pero los vecinos les avisaron de que de la casa salían malos olores y que no veían pasear por el barrio a la señora, que podría estar en una situación vulnerable.
Recabadas las pruebas y con el correspondiente oficio judicial, el pasado 27 de septiembre volvieron los agentes que, al no abrirles nadie la puerta de esa casa, procedieron a su apertura forzosa, contando con la colaboración de los Bomberos de los Ayuntamiento. Dentro de la vivienda se hallaba la mujer desaparecida, su hija y la pareja de esta.
La anciana se encontraba en una habitación débil, desorientada y en condiciones higiénicas "muy deficientes", sentada en una silla en la que pasaba las horas sin ningún tipo de distracción, "de la que no se podía levantar en un estado total de abandono".
Todas las estancias del domicilio estaban llenas de enseres tirados, basura, restos de comida y una jaula con muchas palomas en un estado lamentable de salud, además de cinco gatos que no tenían ningún espacio preparado para que hicieran sus necesidades, añadiendo que todas las estancias desprendían un olor insoportable, siendo esta situación compatible con el Síndrome de Diógenes.
Los agentes contactaron entonces con los sanitarios del Samur-Protección Civil, que se encargaron de trasladar a la señora mayor, consiguiendo un alojamiento temporal hasta su ingreso en la residencia en la que se encontraba anteriormente.
Tanto la hija, de 44 años, como su pareja de 49, serán investigados por un delito de abandono por falta de cuidados a persona mayor y de maltrato animal. La Policía sospecha que la sacaron de la residencia para quedarse con el dinero de esa mensualidad, por lo que ahora intentarán incapacitar a la imputada para que no pueda gestionar el dinero de su progenitora.