El magistrado del juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, en funciones de guardia, ha decretado el secreto de sumario en las diligencias abiertas para la investigación del incendio en las discotecas de Atalayas, Murcia. El estado de los cadáveres complica las identificaciones y solo seis de ellos se han identificado por las huellas dactilares. En el incendio se alcanzaron temperaturas de hasta 600 grados.
Tras el aviso del incendio, la autoridad judicial se desplazó, junto a dos médicos-forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la Región de Murcia (IMLCF), al lugar del incendio, donde el Cuerpo de Bomberos de Murcia hacían las labores de recuperación de restos humanos, enfriamiento y aseguramiento de las estructuras afectadas por el fuego.
La comisión judicial, formada por el magistrado, la letrada de la Administración de Justicia y las dos médicos forenses, procedía al levantamiento de cadáveres, junto al equipo de especialistas de la Policía Científica de la Policía Nacional, que iniciaban los trabajos para la posterior identificación.
Según explicó a última hora el magistrado de guardia, José Fernández Ayuso, la comisión judicial no dará por cerrada su actuación mientras las labores de desescombro y aseguramiento de los inmuebles afectados no permitan una completa inspección ocular técnico-policial de toda la superficie siniestrada.
Esta mañana, según informaron al juez instructor, cuatro equipos médico-forenses de la Región de Murcia han comenzado, de forma coordinada, las autopsias para la identificación de los restos mortales, tras el traslado de los cadáveres a la sede del IMLCF.
Hasta el momento, de los trece cuerpos recuperados, en seis casos se han podido cotejar huellas dactilares, aunque, según explica el director del IMLCF, Juan Pedro Hernández del Rincón, también se han obtenido muestras para realizar el análisis de ADN, al igual que en los siete casos restantes, para su remisión al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Este lunes un equipo médico forense se ha desplazado a la zona de asistencia, instalada en la Jefatura Superior de Policía, para obtener muestras biológicas de familiares directos y/o 'ante mortem' de los fallecidos para el análisis de ADN. Junto a ellos están dos psicólogas del IMLCF encargadas de atender a los familiares y allegados de los desaparecidos.
La entrega de cadáveres a familiares o personas allegadas se realizará cuando lo autorice la autoridad judicial competente, una vez se reciba el informe preliminar de autopsia en el juzgado y los cadáveres estén plenamente identificados.