Un año de la desaparición de Esther Moro en Vigo: salió a comprar el pan y nunca más volvieron a verla

El domingo 24 de septiembre se cumplió un año desde la desaparición de Esther Moro Espinel, una mujer que tenía 70 años en el momento en que la vieron por última vez. Aquel día, salió a comprar el pan en su barrio de Vigo, pero jamás regresó y desde entonces no hay pistas que conduzcan a su paradero.

Desde la plataforma SOS Desaparecidos, Joaquin Amills, cofundador y presidente de la asociación, ha recordado su desaparición reflotando la alerta publicada para solicitar colaboración ciudadana para encontrarla.

De 1,50 metros de estatura, 55 kilos de peso, con el pelo negro, corto y liso, de ojos castaños y complexión delgada, aquel 24 de septiembre de 2022 llevaba puestos unos pantalones cortos de color azul y una camiseta blanca. Una cámara de seguridad de un establecimiento cercano a su domicilio, en el barrio de Teis, en Vigo, la captó cuando caminaba por la calle, y fue ese la última imagen que existe de ella.

La septuagenaria salió de casa para comprar el pan, pero nunca regresó y fue su compañero de piso el que acudió a presentar una denuncia extrañado por su ausencia.

Esther Moro, desaparecida desde hace un año pese al dispositivo de búsqueda para encontrarla

Según informa Nius, aquella imagen, –la ultima de ella captada por una cámara de seguridad–, fue una pequeña pista sobre la que trabajar, pero no condujo a nada. No lograron localizarla en ningún otro lugar de la ciudad.

En este escenario, su imagen, tanto de retrato como la captada por las cámaras, fueron difundidas por SOS Desaparecidos, pero tampoco ha conducido a dar con su paradero.

Su desaparición fue considerada como un caso de alto riesgo por la Policía Nacional. Nada llevaba a la idea de que pudiese haberse marchado de forma voluntaria y se trata de una persona mayor que necesitaba medicación.

Sin pistas concluyentes, y descartando que su compañero de piso pudiese estar implicado en la desaparición, las autoridades organizaron múltiples rastreos, empleando desde drones a guías caninos, revisando pozos y descampados, pero, un año después, no hay resultados.

El caso, no obstante, continúa abierto y desde SOS Desaparecidos insisten en la solicitud de ayuda ante cualquier información que pueda resolver su desaparición.