María Teresa Campos: sus cenizas ya descansan en Málaga

La periodista María Teresa Campos, que falleció el pasado 5 de septiembre a los 82 años en Madrid - el mismo día que lo hizo su madre-, ha sido recordada por Málaga por última vez. Porque la periodista, nacida en Tetuán, se consideraba malagueña. En esa ciudad tendrá una calle. María Teresa Campos se desplazó a la capital malagueña con un año, pasó la infancia y juventud en la ciudad, estudió Filosofía y Letras, e incluso dio sus primeros pasos en la comunicación en Radio Juventud Málaga.

La familia de la comunicadora ha preparado esta misa funeral en el templo religioso del barrio de La Trinidad que es sede canónica de la Hermandad del Cautivo, popularmente conocido como el Señor de Málaga, de cuyos titulares era devota María Teresa Campos.

Después de la pasada semana en la que Terelu y Carmen Borrego tuvieron que despedirse de María Teresa Campos para siempre, las hijas de la periodista han viajado hasta Málaga para cumplir con el expreso deseo de su madre de descansar en su tierra junto al resto de familiares. Aún con la tristeza en el rostro y de riguroso negro, las dos hermanas llegaban a la Iglesia de la Paloma acompañadas por Carmen Almoguera, José Carlos Bernal y Gustavo Guillermo para depositar las cenizas de su madre junto a las de su abuela Concepción y su tía Leli a la que la periodista estaba especialmente unida. Tan solo unos minutos después, también José María Almoguera y Paola Olmedo llegaban también a la iglesia con el pequeño Marc en el carrito de paseo.

Unión familiar en la muerte de la matriarca

Una vez más demostrando la unión familiar en estos difíciles momentos, Alejandra Rubio ha sido la única nieta que no ha podido viajar hasta la ciudad andaluza para acompañar a su madre en el adiós definitivo a María Teresa Campos. A pesar del evidente distanciamiento de José María con su madre Carmen, el jóven sí que ha acompañado a la familia en todo momento, aunque intentando pasar desapercibido.

Tras varias horas en el interior de la iglesia, la familia Campos salía visiblemente derrotada del santuario donde permanecerán las cenizas de su madre. Todos muy cercanos y cariñosos, intentaban apoyarse los unos a los otros para intentar llevar estos difíciles momentos de la mejor forma posible.