Hay ocasiones en las que echar un vistazo a las enseñanzas de los filósofos clásicos ayuda a entender mejor los estudios que investigadores están realizando en las principales universidades del mundo. En una de ellas realizada en la Universidad de Utrecht y titulada “The Link Between Personality, Global, and Domain-Specific Satisfaction Across the Adult Lifespan” se identifican cinco rasgos de la personalidad que están más asociados a la felicidad: la estabilidad emocional, la extroversión, la autoconsciencia, la apertura mental y la capacidad de ser agradables.
Esta conclusión tan actual bien podría estar alineada con las palabras que Sócrates formulara hace unos 26 siglos: “Desciende a las profundidades de ti mismo y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta”. Varios siglos más tarde, el estoico Epícteto insistió en esa idea al proclamar que “la felicidad solo puede ser hallada en el interior”.
Si tenemos en cuenta los resultados del estudio citado, las enseñanzas de estos filósofos se ajustan a lo que la ciencia ha tratado de demostrar, puesto que el secreto de la felicidad se encuentra en nuestra personalidad, es decir, en nuestro interior.
Para apuntar los cinco rasgos que ayudan a que seamos más o menos felices, los investigadores de esta universidad neerlandesa se basaron en los resultados recogidos durante once años a 9.110 personas entre 16 y 95 años. Los resultados fueron concluyentes, esas facetas de la personalidad ayudan a tener una mayor satisfacción vital a lo largo de toda la vida, especialmente la estabilidad emocional, puesto que ayuda a afrontar la existencia de una manera más positiva.
Asimismo, las personas extrovertidas y agradables también muestran unos niveles más altos de satisfacción y felicidad, ya que eso les hace más abiertos y empáticos con sus semejantes. Asimismo, la autoconsciencia nos ayuda a gestionar mejor todo lo que nos ocurre y a organizarnos para afrontar cualquier problema que surja. Todo ello nos proporciona una apertura mental que facilita experimentar mayor felicidad.
No obstante, a pesar de los resultados obtenidos, los investigadores no quisieron ser concluyentes, ya que no todo el mundo vive la felicidad del mismo modo.
Por otro lado, a la hora de evaluar nuestra felicidad, también existen diferencias entre los seres humanos. Algunos se ponen el listón muy alto y otros se conforman con mucho menos. Para entender mejor cómo se sienten las personas de cada país, Ipsos suele publicar un estudio sobre la felicidad. En el último (entre diciembre de 2022 y enero de 2023), preguntó a personas de 32 países, de los cuales el que cuenta con una población más dichosa es China. En este gigante asiático, nada menos que el 91 % de los ciudadanos se sienten felices, lo que contrasta mucho con Hungría, donde solo la mitad están satisfechos con su felicidad. En España estamos en el 69 %, un poco por debajo de la media del 73 %, pero mucho mejor que un año antes, donde apenas alcanzábamos el 55 %.