Sin duda es uno de los “peores” momentos del año: la vuelta de vacaciones. Y no por volver al calor del hogar, sino porque significa que el periodo de asueto y diversión ha llegado o está a punto de llegar a su fin. Por lo tanto, lo primero que es recomendable intentar es mostrar una gran positividad para evitar el temido síndrome postvacacional, el cual “se define como la dificultad que tienen las personas, luego de un período vacacional, para volver y readaptarse a las rutinas diarias, esto puede producir molestias que le afectarán en el trabajo, en la casa y en la organización de la rutina y las obligaciones”, explica en el Centro Cepsim Madrid.
Cualquiera que haya vuelto de vacaciones se ha preguntado en alguna ocasión “por dónde empezar”. Y ponerse en marcha se le ha podido hacer muy cuesta arriba. Para aquellos que les cuesta retomar la rutina y afrontar esas primeras horas y jornadas tras el periodo vacacional, aquí exponemos algunos consejos al volver a casa después de vacaciones.
Ventilar. Por regla general, cuando alguien se marcha de viaje suele cerrar su hogar a cal y canto. Y aunque se pueda dejar alguna pequeña ventilación, esta no es suficiente, de manera que lo más adecuado al llegar será renovar el aire interior y, en la medida de lo posible, refrescar cada estancia.
Deshacer maletas. Cuanto antes se saque la ropa de las maletas, mejor, pues eso proporcionará un mayor orden a corto plazo. Cuando deshacemos el equipaje a la vez estamos ordenando la ropa limpia y sucia. En el caso de esta última, conviene lavarla pronto. De hecho, en la primera franja horaria en la que la electricidad sea más barata, será recomendable poner una lavadora.
Conectar los suministros. Al irse de vacaciones muchas personas optan por cortar los suministros del hogar, especialmente el agua y la conexión a internet. La electricidad se deja “abierta” pues el frigorífico lo necesita. Por lo tanto, al llegar de vacaciones, esta es una de las acciones que no se deben olvidar.
Limpiar la casa. Puede darse el caso de que se hiciera una limpieza general antes de marchar de viaje o que, en cambio, se dejara esta tarea para la vuelta. Sea como fuere, las casas se llenan de polvo y pelusas, así que comenzar un nuevo curso con el hogar limpio ayudará a afrontarlo con una mayor positividad.
Proveerse de alimentos. Habitualmente se deja la nevera como un solar, casi vacía. Apenas hay alimentos perecederos y ahora es el momento de comprarlos. Esto supone una visita al mercado o al supermercado; aunque en el caso de este quizás ofrezca como servicio el envío de la compra al domicilio. Esto puede facilitar la vuelta de vacaciones, ya que será posible volver a llenar la nevera sin necesidad de perder un tiempo precioso.
Comprobar el estado de las plantas y recuperar las mascotas en caso de tenerlas y haberlas dejado al cuidado de alguien.
Descansar también es clave. No se trata de volver de vacaciones y volverse locos haciendo todo tipo de actividades. El descanso del viaje y la preparación para volver a la rutina diaria son importantes para que todo resulte más llevadero.