Durante los viajes es importante dedicar un poco de atención a la seguridad de tu equipaje y es que pueden suceder numerosas incidencias. Es posible que la maleta se extravíe o que algún ladrón intente robarla o llevarse algún objeto del interior.
También puede ocurrir que se rompan o se abran durante los trayectos, dificultando su manejo o poniendo en peligro tus pertenencias. Los aeropuertos, las estaciones de trenes e incluso las de autobuses son lugares muy concurridos y hay auténticos “especialistas” en hacerse con los objetos ajenos.
Estos consejos sobre cómo proteger tu maleta pueden marcar la diferencia entre un viaje agradable o un fiasco. No hay nada más descorazonador que perder la maleta o que te la quiten. No por nada, sino porque en tu lugar de destino tendrás que perder un montón de tiempo en reponer los enseres que te falten y es obvio que no vas a disfrutar de tu tiempo libre en el caso de que te encuentres de vacaciones.
Un candado es una buena manera de disuadir a los amigos de lo ajeno de intentar acceder al interior de tu maleta. Puedes utilizar un candado clásico, pero es aún mejor uno que funcione con una contraseña numérica. Entre los de combinación numérica son muy recomendables los candados tipo TSA, ya que facilitarán mucho tu paso por las aduanas en algunos países, como por ejemplo Estados Unidos.
En estos países, si necesitan registrar el contenido de tu maleta la abrirán como sea, aunque tengan que romperla, pero si el candado es tipo TSA la pueden abrir con una llave especial, sin dañarla.
Actualmente muchas maletas ya llevan incorporado un candado o cerradura en la propia estructura de la maleta, pero si no es así o quieres una protección extra puedes comprarlo por separado. Además, otra ventaja que tienen es que también se pueden usar para proteger mochilas o bolsos de viaje.
Las fundas de maletas son muy prácticas para proteger tu equipaje de arañazos, abrasión, manchas, polvo, humedad… Son una estupenda forma de alargar la vida útil de la maleta y que luzca como nueva durante más tiempo. Además, también ayudan a evitar que las maletas se abran accidentalmente durante los viajes.
Están fabricadas en materiales como PVC, poliéster, lycra… y son mucho más cómodas de poner y quitar que el típico film de envolver que se emplea a menudo. También son más ecológicas y económicas, puesto que se pueden reutilizar varias veces. Algunas fundas para maletas son transparentes pero otras muchas tienen bonitos diseños y dibujos por lo que, además de facilitar su identificación, son una manera de cambiar el estilo de tu equipaje.
A la hora de comprar una funda es importante medir bien tu maleta y elegir una que sea adecuada según el tamaño, aunque algunas ofrecen cierta elasticidad.
Las correas o cinturones de maleta están pensadas para que el equipaje no se abra accidentalmente durante los trayectos, en las cintas de los aeropuerto o mientras es manipulada por los operarios. Son una estupenda solución también para salir del paso si se rompe alguna de las cremalleras de la maleta y no se puede cerrar correctamente, ya que así tus pertenencias viajarán más seguras.
Están fabricadas en materiales resistentes para que el tejido y las hebillas puedan soportar las duras condiciones a las que se suelen ver sometidas durante el transporte. Además, las correas para maleta son ajustables por lo que se adaptan a equipajes de diferentes tamaños.
Los etiqueteros de maleta te permiten identificar tu equipaje fácilmente por lo que contribuyen a su seguridad. Puedes poner algunos datos personales para que se pueda saber que la maleta es tuya en caso de pérdida o para que no haya confusión con otras iguales. Si además el etiquetero tiene algún diseño o color llamativo te facilita la tarea de encontrar tu maleta, por ejemplo, en la cinta de equipajes del aeropuerto.
Otra ventaja es que son versátiles y, generalmente, se pueden utilizar para todo tipo de mochilas, bolsos de viaje, bolsas de deporte, maletines… y cualquier cosa que necesites identificar. Lo ideal es que los etiqueteros estén fabricados en materiales resistentes, como algunas aleaciones metálicas, para que no se rompan ni se deformen.
Las maletas tienen que soportar condiciones muy duras, especialmente cuando se viaja en avión. Reciben golpes, son amontonadas, transportadas en cintas, etc. También pueden verse sometidas a elementos externos como la lluvia, el polvo, etc. Por eso, aunque puede ser tentador comprar una maleta barata sobre todo si se va a usar de forma ocasional, es importante que tu maleta sea resistente y de calidad. Evitarás de esta forma que se rompa a las primeras de cambio, que se estropeen las cremalleras o las ruedas, etc.