Estos días se pone de manifiesto uno de los problemas a los que se enfrentan muchos inquilinos, también de pisos turísticos. Es el eterno debate con los propietarios sobre la devolución de la fianza. Muchos alegan todo tipo de desperfectos para quedarse con gran parte del dinero: la única solución es denunciarlo ante Consumo.
Rocío y su compañera de piso pagaron 1.000 euros de fianza. Al dejar la vivienda, solo recuperaron 240. El casero lo justificó así: les envió un correo desglosando todos los gastos que él ha considerado: "Ha renovado totalmente toda la vajilla de la cocina cuando no estaba rota. Nos ha quitado la mayoría de la fianza para renovar el piso para los nuevos inquilinos a nuestra costa".
A Ousama le pidieron casi 2.000 euros de fianza. El parqué estaba en mal estado cuando entró a vivir: "La inmobiliaria nos dijo que eso no nos preocupáramos, que lo cambiarían ellos". Pero acabó el contrato y el casero aprovechó para cambiar el suelo. Al inquilino no le devolvieron ni un euro
"Me dijo que iba a suponer un gasto muy grande y que nos lo iban a cobrar", precisa. Las asociaciones de consumidores advierten: "Los caseros no pueden quedarse con la fianza argumentando alegremente que el inquilino ha provocado desperfectos si no los acreditan". Ante situaciones como estas, los inquilinos pueden presentar una denuncia ante consumo.